El Congreso de la República de Colombia está discutiendo una iniciativa presentada por los representantes a la Cámara María Fernanda Carrascal y Pedro Suárez Vacca del Pacto Histórico, que busca que las mujeres tengan una licencia laboral remunerada durante sus días menstruales. Si bien este proyecto se suma a lo establecido en el artículo 57 de la reforma laboral que también se está tramitando en el Congreso, ha generado opiniones encontradas sobre si es necesario y si podría distorsionar el mercado laboral para la contratación de mujeres.

Según datos del Dane, en promedio, el 8% de las mujeres ha tenido que interrumpir sus actividades diarias por su periodo menstrual debido a síntomas físicos asociados como dolor de estómago, espalda, cabeza o malestar general. Estos síntomas, en algunas ocasiones, responden a enfermedades como la endometriosis, que según datos de Dejusticia, su diagnóstico puede demorar entre siete y 10 años.

El artículo 57 de la reforma laboral propone otorgar licencias necesarias en los casos de ciclos menstruantes incapacitantes, dismenorreas o cuadros de tensión abdominal por la menstruación, asociados a endometriosis ya diagnosticado. Para algunas expertas en derecho laboral, esta iniciativa es importante porque es una reivindicación de derechos en una política pública diseñada por hombres y no por mujeres.

Sin embargo, algunas expertas en el tema hacen la salvedad de que este beneficio solo estaría disponible para las mujeres que estén dentro de la formalidad con un contrato laboral, lo que deja por fuera a la gran mayoría de mujeres que no tienen un contrato de trabajo.

Además, María Angélica Carrión, asesora laboral de López & Asociados, cree que hablar de ciclos menstruales incapacitantes debería dar lugar a una incapacidad médica y no solo a una manifestación de dolor, lo que podría generar problemas probatorios y en el sistema de salud asociado.

En resumen, aunque esta iniciativa representa una reivindicación de derechos importantes para las mujeres en el ámbito laboral, es necesario seguir discutiendo su viabilidad y aplicabilidad para garantizar que no genere distorsiones en el mercado laboral y que pueda ser beneficiosa para todas las mujeres, independientemente de su situación contractual.