El ministro de Hacienda de Colombia, Ricardo Bonilla, ha salido al paso de las acusaciones que lo vinculan con el escándalo de corrupción en la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (Ungrd). En un comunicado emitido este jueves, Bonilla defendió su gestión y pidió una investigación exhaustiva para esclarecer los hechos.
“Con mi equipo jurídico, sigo con respeto y atención el trabajo de la Fiscalía para que el país conozca la verdad y los verdaderos responsables del saqueo a recursos públicos”, afirmó el ministro, quien además expresó su disposición a colaborar con la justicia: “Espero con tranquilidad mi día y mi oportunidad ante la justicia, porque mis actos se defienden solos”.
Bonilla argumentó que existe una confusión entre los mecanismos legítimos de la Hacienda Pública y supuestos actos ilegales. En este sentido, aclaró: “Por ahora, debo decir al país que preguntar por un trámite no es ‘direccionar’. Que ejecutar un presupuesto, no es entregar plata; que reunirse para revisar una agenda oficial, no es concertar irregularidades; que recibir congresistas en demanda de soluciones para sus regiones, no es comprar votos”.
El titular de la cartera de Hacienda insistió en que tanto él como su equipo han cumplido cabalmente con sus funciones. “Y por eso pedí ser escuchado, que se recaudaran todos los documentos que despejan dudas y se entrevistaran a los funcionarios”, añadió, manifestando su confianza en que una investigación rigurosa demostrará su inocencia.
Las declaraciones de Bonilla surgen tras la audiencia de imputación de cargos contra Olmedo López y Sneyder Pinilla, exfuncionarios de la Ungrd, donde se revelaron detalles sobre presuntos direccionamientos de contratos que apuntarían hacia la gestión del ministro.
Frente a los múltiples pedidos de renuncia, el ministro se mantiene firme en su posición y concluye su comunicado aseverando: “Cuando esto se haga, estoy seguro de que la Fiscalía llegará a una sola conclusión: los delitos los cometieron otros y los delincuentes son otros”.