El ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, presentó su renuncia irrevocable al cargo, decisión tomada en el contexto del escándalo de corrupción en la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD).

En su carta de dimisión, Bonilla afirmó que se retira para asumir su defensa como ciudadano, sin utilizar su posición ministerial. Manifestó su confianza en demostrar que no ha incurrido en ningún delito, específicamente negando haber comprado silencios, votos de congresistas o cupos indicativos para beneficio personal.

El funcionario expresó su respeto por el trabajo de la Fiscalía y su compromiso de no usar su cargo para defenderse. Además, aprovechó la misiva para cuestionar el mecanismo de aprobación de créditos de la Comisión Interparlamentaria de Crédito Público, señalando las dilaciones en el otorgamiento de conceptos que, según él, pueden generar maniobras que complican la labor ministerial.

A pesar de las circunstancias, Bonilla manifestó su confianza en la estabilidad fiscal del país y expresó su deseo de que el gobierno del presidente Gustavo Petro consolide el camino hacia una Colombia más inclusiva y con menor desigualdad.

La renuncia se produce después de que el presidente Petro le solicitara dejar el cargo, argumentando que no lo hace por considerarlo culpable, sino para evitar que “lo despedacen”.

La salida de Bonilla representa un momento crítico para la administración gubernamental, en medio de investigaciones por presuntas irregularidades administrativas en la UNGRD.

Con información de wradio