Aunque Óscar Iván Zuluaga, exministro y excandidato presidencial, estaría dispuesto a echarse la culpa por los dineros recibidos de la multinacional brasileña Odebrecht para la financiación de su campaña, y librar así a su hijo David de cualquier culpa, la Fiscalía tiene en su poder una declaración que data del 2015, con la que también podría hundirse.

En los audios grabados por Daniel García Arizabaleta, en los que Zuluaga padre admite el ingreso de 1.600.000 millones de dólares de Odebrecht, también dice que, si toca en algún momento, “tendré que asumir toda la responsabilidad, por encima de todos, para proteger a David, para protegerlo a usted y para protegerlos a todos”.

No obstante, la Fiscalía tiene en su poder una declaración de Zuluaga en donde dice que, como candidato, su único trabajo era conseguir votos y que de todo lo demás –de lo administrativo, contractual y logístico– se encargaba el gerente de la campaña, es decir su hijo David Zuluaga Martínez.

Dicha declaración data del 30 de enero de 2015, cuando Óscar Iván Zuluaga respondió un interrogatorio de la Fiscalía en el caso del ‘hacker’. Allí afirmó que él no tenía responsabilidades administrativas o financieras, solo tenía que convencer a la gente de que votara por él.

Zuluaga señaló que los encargados de esas funciones eran su hijo David, como representante legal, y Luis Alfonso Hoyos como coordinador general. Al fiscal del caso le dijo que él no tenía ningún tipo de control sobre lo que hacía su hijo.

David Zuluaga, a quien ahora pretenden mostrar como un muchacho inexperto, casi un niño, según la declaración de su padre, hace 8 años, tenía plena autonomía en la campaña. Según Óscar Iván Zuluaga, el encargado de la contratación en la campaña era su hijo David.

En esa declaración, Óscar Iván Zuluaga aseguró incluso que Daniel García Arizabaleta, quien era el coordinador político de su campaña y ahora es el principal testigo en su contra, no dependía de él sino de su hijo.