El presidente de Colombia, Gustavo Petro, lideró un cabildo abierto en Barranquilla este fin de semana, en el paseo Bolívar, donde fue recibido por cientos de personas que atendieron su convocatoria tras el reciente hundimiento de la consulta popular. En un discurso que se extendió por más de una hora, el mandatario abordó temas sensibles como el futuro de sus reformas sociales, la seguridad en la región Caribe y la posibilidad de una huelga indefinida.

Acompañado por varios miembros de su gabinete, entre ellos Armando Benedetti, Antonio Sanguino y Edwin Palma, el presidente Petro rechazó los señalamientos sobre una supuesta intención de perpetuarse en el poder. “No me sueño reelegido y no quiero volverme drogadicto del poder porque me volvería asesino”, afirmó ante los asistentes, marcando distancia frente a las acusaciones de sus opositores.

Además, manifestó que no busca votos para su nombre ni para ningún candidato en particular, y reiteró que su lucha se enfoca en sacar adelante reformas sociales que considera clave para el país.

Diálogo con bandas criminales en Barranquilla

Uno de los puntos más destacados del evento fue el anuncio de un proceso de diálogo con bandas criminales de Barranquilla. El presidente expresó su intención de iniciar conversaciones con grupos delictivos que operan en la ciudad y que han sido protagonistas de recientes hechos de violencia.

“Queremos reunirnos para que no ataquen a su vecino, que le dejen prestar el servicio al traqueto. Vamos a pacificar Barranquilla como lo hicimos con Medellín”, señaló Petro, asegurando que la estrategia buscará replicar experiencias de pacificación aplicadas en otras regiones del país.

Este anuncio se enmarca dentro de una política de paz total, con la que el Gobierno Nacional ha venido proponiendo escenarios de diálogo con diversos actores armados ilegales en Colombia.

Apoyo a una posible huelga indefinida

En medio de su intervención, el mandatario también expresó su respaldo a una eventual huelga indefinida, delegando el liderazgo de las acciones sociales a la Coordinadora Nacional Popular de Movimientos y Organizaciones.

“La consulta popular ya no se tramitará en frío. Esta nueva discusión se dará en la lucha popular”, indicó Petro. Además, enfatizó que las movilizaciones deben llevarse a cabo sin violencia, protegiendo los bienes públicos, la alimentación, la salud y respetando a la Fuerza Pública.

“No se atacan los bienes de la clase media, no se rompe un solo vidrio, menos se ataca a los miembros de la Fuerza Pública. La orden para ellos es no levantar el arma contra el pueblo”, afirmó.

El presidente aseguró que, de ser necesario, se alineará con las decisiones del pueblo: “Si toca ir a una huelga indefinida, el presidente no azotará al pueblo de Colombia jamás, sino que se pondrá de su lado”.

Edwin Palma será vocero de la reforma agraria

Finalmente, durante el cabildo en Barranquilla, el presidente anunció que el ministro de Minas y Energía, Edwin Palma, asumirá el rol de vocero gubernamental para impulsar la reforma agraria, en articulación con organizaciones sociales y campesinas.

“El movimiento campesino debe abordar hoy la tarea de hacer la reforma agraria. ¡Ya!”, expresó Petro. En ese sentido, delegó a Palma, exsindicalista y actual funcionario del Gobierno, como enlace oficial con la Coordinadora Nacional Popular para trazar las líneas de acción a seguir en este proceso.

El acto público en Barranquilla se dio días después del fracaso de la consulta popular, una iniciativa del Ejecutivo que buscaba canalizar respaldo ciudadano a sus reformas. Tras ese revés legislativo, el presidente ha intensificado su presencia en regiones del país, convocando al respaldo popular mediante cabildos abiertos y concentraciones masivas.

Los anuncios realizados por Petro en la capital del Atlántico podrían tener implicaciones significativas tanto a nivel regional como nacional, especialmente en lo relacionado con seguridad ciudadana, movilización social y la reconfiguración del diálogo entre el Gobierno y sectores armados ilegales.