Las delegaciones del gobierno colombiano y del Ejército de Liberación Nacional (ELN) iniciaron esta semana una nueva ronda de negociaciones en Caracas, Venezuela, para dar continuidad al proceso de paz. Sin embargo, el jefe negociador del grupo armado, Pablo Beltrán, afirmó que no se prevé firmar un acuerdo definitivo durante el gobierno de Gustavo Petro, que finaliza en 2026.

En un video difundido antes de las reuniones, Beltrán explicó que el objetivo común es avanzar lo máximo posible durante el periodo presidencial actual y dejar el proceso en una fase consolidada para que futuros gobiernos puedan retomarlo. “cumplir lo que se acuerde, no firmar lo que no se pueda cumplir y asumir responsabilidades”, destacó.

Beltrán se refirió a un documento que el ELN hizo público recientemente, en el cual se plantean 13 puntos esenciales para el diálogo. Según el líder subversivo, estos incluyen la exclusión de quienes no compartan los cambios propuestos en el acuerdo nacional. Asimismo, insistió en la necesidad de un modelo de negociación basado en la implementación gradual de los compromisos alcanzados.

En sus declaraciones, el jefe guerrillero también subrayó su visión de un “estado post-capitalista” como el camino para superar lo que considera un modelo económico depredador. Además, solicitó a Estados Unidos que respete el proceso de negociación y no interfiera, aunque no lo respalde formalmente.

El diálogo con el ELN, que había permanecido congelado desde enero, se reactivó con el propósito de desatascar los puntos críticos y preparar el terreno para una séptima ronda de negociaciones. Estas nuevas reuniones buscan definir un posible cese al fuego bilateral y fortalecer la participación de la sociedad civil en el proceso.

Las partes ya han sostenido encuentros previos este año, incluyendo un ciclo en La Habana en enero y una reunión en mayo en Caracas, donde firmaron un acuerdo preliminar sobre la participación social en las conversaciones. No obstante, las tensiones entre las partes han dificultado avances significativos.

La presente ronda de reuniones en Caracas, programada del 19 al 25 de noviembre, busca “normalizar la mesa” de negociación y avanzar en los “factores de crisis” que afectan el proceso. Entre los principales objetivos de una posible séptima ronda, Beltrán señaló un nuevo cese al fuego bilateral y la inclusión activa de la sociedad colombiana en la construcción de la paz.

Con estos pasos, el gobierno y el ELN buscan sentar las bases para un proceso más estructurado y sostenible, aunque el camino hacia un acuerdo definitivo sigue siendo incierto.

Con información de wradio y el heraldo