El Gobierno del presidente Gustavo Petro, a través del Ministerio de Justicia, prepara un decreto que permitiría la venta de marihuana con fines medicinales en farmacias del país, bajo prescripción médica. La iniciativa busca flexibilizar el marco normativo actual para facilitar el acceso al cannabis como tratamiento terapéutico.

El borrador del decreto, conocido inicialmente por el diario *El Tiempo*, contempla que la planta podrá ser dispensada con fórmula médica para su consumo mediante inhalación, ya sea fumada o vaporizada. La medida apunta a ampliar las alternativas de tratamiento para pacientes que sufren de dolores crónicos, trastornos del sueño o enfermedades neurológicas como el Parkinson.

Según el documento preliminar, el uso terapéutico del cannabis ha ganado terreno en la comunidad médica internacional, respaldado por investigaciones científicas que demuestran sus posibles beneficios en el manejo de diversas patologías. El Gobierno considera que su inclusión en el sistema de salud representa una oportunidad para sustituir algunos fármacos convencionales por opciones menos invasivas.

“La comercialización de esta planta va a permitir que pacientes dispongan de tratamientos medicinales alternativos”, señala uno de los apartes del texto. El Ministerio de Justicia, a través de la Subdirección de Control y Fiscalización de Sustancias Químicas y Estupefacientes, será el encargado de otorgar las licencias de cultivo y producción a los actores que cumplan con los requisitos establecidos en la normativa sanitaria.

El decreto también establece que solo podrán comercializarse productos derivados del cannabis que cuenten con autorización sanitaria, y en el caso de aquellos con una concentración superior al 1 % de THC —el principal componente psicoactivo de la planta— se aplicarán restricciones específicas. Esto busca evitar el uso recreativo encubierto bajo la figura de uso medicinal.

La nueva regulación busca reforzar los mecanismos de control para garantizar la calidad, trazabilidad y seguridad de los productos distribuidos, así como prevenir el desvío de estos hacia fines no terapéuticos. Asimismo, promueve el desarrollo de una industria regulada que involucre desde el cultivo hasta la dispensación al paciente final.

Colombia ha sido uno de los países pioneros en América Latina en establecer marcos legales para el uso del cannabis medicinal. Sin embargo, el acceso efectivo a estos tratamientos ha sido limitado, en parte, por las restricciones regulatorias vigentes. Con este decreto, el Gobierno pretende dinamizar ese acceso y permitir una mayor participación del sector farmacéutico.

La propuesta será objeto de revisión en las próximas semanas antes de su firma y entrada en vigencia. Mientras tanto, distintos sectores del ámbito médico, científico y empresarial ya han manifestado interés en el desarrollo de este mercado, que podría abrir nuevas oportunidades para la investigación y la economía nacional.

El Gobierno insiste en que esta medida no busca despenalizar el uso recreativo del cannabis, sino establecer una vía legal, segura y controlada para su utilización médica, bajo la supervisión del sistema de salud.