En una marcada reversión de la política exterior colombiana, el actual canciller, Álvaro Leyva, ha destacado la necesidad de que Colombia cumpla con los fallos de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) en el conflicto limítrofe con Nicaragua. Este posicionamiento contrasta con la postura previa del gobierno de Juan Manuel Santos, que buscaba no aplicar dichas decisiones y denunciar el tratado ante el tribunal internacional.

En una declaración contundente, Leyva calificó la anterior estrategia como “impresentable” y enfatizó la importancia de respetar las decisiones emanadas de La Haya. “Uno no se puede pasar por alto esos fallos”, argumentó el canciller, subrayando la necesidad de aplicar y poner en marcha las resoluciones de la CIJ.

La controversia sobre si cumplir o no con los fallos de La Haya ha generado tensiones en la política colombiana. En respuesta a la pregunta de si la nueva posición beneficia o perjudica a Colombia, Leyva afirmó que la respuesta se encuentra en las sentencias mismas y expresó su aspiración de resolver el conflicto limítrofe con Nicaragua durante el actual gobierno.

Cabe recordar que el expresidente Iván Duque había expresado previamente su preocupación, sosteniendo que la postura del gobierno actual ponía en riesgo la soberanía de Colombia. Duque, al explicar los antecedentes del caso, argumentó que negociar sobre el fallo de la CIJ podría resultar en una pérdida adicional de territorio para Colombia.

Con este cambio de postura, el gobierno colombiano bajo la administración actual busca establecer un nuevo rumbo en las relaciones bilaterales y abordar de manera efectiva la disputa limítrofe con Nicaragua. La evolución de esta situación será crucial para determinar el impacto en la soberanía y los límites territoriales de Colombia.