El canciller Luis Gilberto Murillo rompió el silencio sobre la polémica designación de Daniel Mendoza como embajador en Tailandia, afirmando que fue el primero en advertir al presidente Gustavo Petro sobre la inviabilidad del nombramiento.

En respuesta a las críticas de Sergio Fajardo por “agachar la cabeza”, Murillo fue tajante: “Yo fui el primero que le dije al presidente Petro que era inviable. Lo que se dijo es un tema muy complejo con las mujeres, es inviable. Sin embargo, esta es una decisión presidencial, no mía”.

El diplomático enfatizó su desacuerdo con las expresiones públicas de otros funcionarios del gobierno, subrayando que las discusiones deben darse al interior del ejecutivo. “No fui a arrodillarme ni a bajarle la cabeza a nadie, pero sé dar las discusiones dentro del gobierno”, manifestó.

El contexto del conflicto se origina por las controvertidas publicaciones de Mendoza en X (anteriormente Twitter), donde realizó comentarios cuestionables sobre menores de edad, sexo y violencia. La vicepresidenta Francia Márquez fue una de las voces más críticas, pidiendo al presidente Petro escuchar al pueblo colombiano.

Finalmente, Mendoza desistió del nombramiento, zanjando una polémica que expuso divisiones internas en el gobierno y generó un intenso debate público sobre ética y representación diplomática.