El Alto Comisionado para la Paz, Otty Patiño, ha lanzado una alarmante advertencia sobre la situación de seguridad en Quibdó, capital del departamento del Chocó. Durante un debate de control político en la Comisión Segunda del Senado, Patiño reveló que el Clan del Golfo, una de las organizaciones criminales más poderosas de Colombia, ha tomado la decisión de “apoderarse” de esta importante ciudad del Pacífico colombiano.

Según el funcionario, la estrategia del grupo armado incluye acciones violentas como asesinatos y la generación de terror entre la población. El objetivo sería desplazar a otras bandas delincuenciales que operan en la zona, como Los Mexicanos y RPS, para consolidar su dominio territorial.

Patiño calificó la situación como “tenaz” y expresó su preocupación por el alcance de estas acciones, que no se limitan a los círculos criminales. “Condenan a muerte a muchas mujeres, que no son de las bandas, y las publican y les dicen que tienen que salir del territorio”, afirmó el Alto Comisionado, subrayando la gravedad de las amenazas contra la población civil.

Este anuncio se produce en un contexto de creciente violencia en varias regiones del país, donde diversos grupos armados han intensificado sus operaciones. Patiño destacó que Colombia enfrenta actualmente “una suma de violencias que a veces se enfrenta entre sí”, lo que complica aún más el panorama de seguridad nacional.

Paradójicamente, horas antes de estas declaraciones, circuló un comunicado atribuido al Clan del Golfo en el que expresaban su disposición a iniciar diálogos de paz con el gobierno nacional. En el documento, el grupo condiciona su participación al levantamiento de las órdenes de captura contra sus líderes, argumentando que esto es necesario para “darle solidez al proceso”.