En una carta emitida desde su reclusión en una cárcel de Estados Unidos, el ex jefe paramilitar Salvatore Mancuso respondió al anuncio del presidente Gustavo Petro sobre su designación como gestor de paz. La polémica decisión ha generado diversas reacciones en la opinión pública colombiana.

En la carta dirigida al país, Mancuso rememoró una ocasión en el Congreso donde expuso los avances del acuerdo de paz de Santa Fe de Ralito. Durante ese encuentro, el actual presidente Petro, quien en ese entonces era congresista, manifestó “con dureza” su desacuerdo con el apoyo brindado por el Estado a los grupos paramilitares.

No obstante, el ex paramilitar recibió la designación con una visión optimista y expresó su firme compromiso con la construcción de una paz integral, absoluta y duradera, deseando que futuras generaciones de colombianos no tengan que vivir los horrores del pasado.

En su misiva, Mancuso aseguró que continuará colaborando con la justicia y mantendrá su enfoque en la verdad, la reparación y la no repetición de los crímenes cometidos en el pasado. Además, destacó su nueva función en la Unidad de Búsqueda de personas desaparecidas y en la identificación y búsqueda de individuos en la frontera colombo-venezolana, calificando esta tarea como “trascendental”.

“Estoy listo para asumir las responsabilidades que se me asignen y me pongo a disposición de la Oficina del Alto Comisionado para la Paz”, afirmó Mancuso en su comunicado.

El anuncio de la designación ha generado controversia y ha sido recibido con opiniones divididas. Mientras algunos sectores consideran que su participación en iniciativas de paz puede aportar conocimiento sobre las dinámicas del conflicto armado, otros expresan preocupación por otorgar ese rol a un personaje con un pasado controvertido y ligado a graves violaciones de los derechos humanos.