Felipe Cuberos, apoderado de la compañía, aclaró que en el Proceso de Recuperación Empresarial (PRE) van a entrar más acreedores

Viva Air alegará ante las autoridades colombianas que la suspensión de su operación, que tuvo lugar el pasado 27 de febrero, es temporal y no definitiva.

Si bien, en el comunicado expuesto por la entidad se deja la puerta abierta para reiniciar actividades en una fecha futura, está condicionada a la decisión que tome la Aeronáutica civil sobre la integración empresarial con Avianca.

En una reunión que sostuvo la aerolínea con sus acreedores el día de ayer, Felipe Cuberos, apoderado de la compañía, aclaró que el cese de la operación es temporal y adelantó que en el Proceso de Recuperación Empresarial (PRE) van a entrar más acreedores. Vale la pena recordar que la low cost solo había incluido en el PRE a 20 de ellos, lo que representa 18% de la deuda total de la compañía.

Ante la denuncia por estafa que planea interponer el Ministerio de Transporte ante la Fiscalía General de la Nación, defender la posición de un cese de operaciones temporal es una de las alternativas que tendría la low cost. Así lo indicó Diego Márquez Arango, director de MQA Abogados, para quien el derecho penal “no debería estar para sancionar este tipo de decisiones”.

Pero también suspensión temporal implicaría un escenario diferente en el caso de que se apruebe la integración empresarial. Lo primero que resaltó Márquez Arango es que el hecho de que sea temporal significa que la empresa, que está en estado de coma con deudas que ascienden a $4 billones, no quiere morir. “Si es temporal es porque la sociedad quiere mantenerse ejecutando su objeto social. Si se aprueba la integración, pues lo que pasará es que Avianca querrá mantener a Viva en el mercado”, explica.

La discusión en esta novela, que cada día suma más capítulos negativos como el sometimiento a control de la Superintendencia de Transporte, una solicitud en estudio de reorganización empresarial ante la Superintendencia de Sociedades, caos en los aeropuertos, cerca de un millón de afectados y millonarias pérdidas en el sector turístico y hotelero, está concentrada en una ‘batalla’ por los slots y las rutas.

Juan Felipe Reyes Rodríguez, abogado de Parra Rodríguez Abogados, aclara que una vez la aerolínea suspendió su operación, jurídicamente, estaba obligada a devolver los slots desde el primer día del cese de actividades.

En el caso de Viva Air, refiere que si se tratara de una suspensión temporal, la empresa aérea tenía que solicitar a la Aerocivil dicha suspensión del servicio. “Entiendo que no fue así. Fue un cese de operaciones sin aviso. En consecuencia, los slots están libres, deben devolverse y reasignarse”, indica.

Márquez expone que otro de los escenarios es que se discuta retirar las rutas de Viva Air por no estar volando. De aprobarse la integración, Reyes agrega, que Avianca puede pelear las rutas (las cuales, en principio, no son transferibles). Las rutas, explica el abogado, son bienes públicos de propiedad del Estado. “Avianca puede pelear por esas rutas, pues eso es lo que les interesa, y es lo que estudia la Aerocivil”.

En caso de que se dé una integración, Andrés Palacios, profesor de la facultad de Jurisprudencia de la Universidad del Rosario, señala que Avianca podría quedarse con slots y rutas que hoy tiene Viva Air, salvo que la Aerocivil disponga de estos. “Avianca podría quedarse con estos activos porque fueron asignados a una aerolínea, cuya composición accionaria cambió, pero sigue existiendo”, precisa. Si no hay integración, añade, la Aerocivil debe salir a ofrecerlos en condiciones de competencia a todas las demás aerolíneas. Y ahí en teoría las otras empresas tomarían rutas.

Con información de La Rapública