La Universidad Sergio Arboleda podría ser demandada luego del escándalo que se generó en torno al caso de Geraldine Fernández, y su falsa participación como ilustradora en la creación de la película El Niño y la Garza, del director Hayao Miyazaki, cofundador de Studio Ghibli.

La demanda por estafa sería interpuesta por los estudiantes de diseño de diferentes partes del país, que participaron en un seminario de animación impartido en octubre pasado por Fernández.

Los demandantes exigen reembolso del pago de los talleres, así como una indeminzación por el pago de hospedajes y vuelos a la ciudad de Barranquilla.

🇨🇴🍙 | ÚLTIMA HORA. Estudiantes de diseño de varias partes del país demandarían a la Universidad Sergio Arboleda por estafarlos con un seminario de animación impartido en octubre del año pasado por Geraldine Fernández. Los demandantes exigen reembolso de los talleres, hospedajes… pic.twitter.com/5YeqyviIgt

— Alerta News 24/7 (@AlertaNews24_7) January 20, 2024

Geraldine Fernández se hizo famosa en varios medios de su país tras sus afirmaciones sobre su participación en la creación de al menos 25 mil fotogramas de la película, lo que la llevó a ser reconocida como “la colombiana que ganó el Globo de Oro”.

Sin embargo, la mentira se vino abajo cuando usuarios en las redes sociales comenzarona desmontar su versión al no encontrar sospechosamente su nombre en los créditos de la película.

Tras una polémica semana de entrevistas en medios, en los que se le solicitaba que aclarara su situación, la joven no tuvo más remedio sino aceptar que todo había sido mentira y que nunca participó en tal filme.

“Informo a la opinión pública, medios de comunicación, amigos y familiares que nunca existió participación en la ilustración y diseño en la película ‘El niño y la garza’”, dijo en un comunicado, en el que explicó que la situación “se le salió de las manos y era muy difícil retractarse”.

“Todo lo sucedido fue producto de un mal ejercicio que reconozco y de lo cual estoy arrepentida, considero que mi afición y admiración por la técnica de ilustración y mi profesión como diseñadora, me animaron a comentar en círculos cerrados mi labor como ilustradora de algunas escenas. Hasta allí reconozco mi error”, dijo.

Ahora, las consecuencias de sus actos parece que salpicarán a terceros, como la Universidad Sergio Arboleda, que todavía no se pronuncia sobre esta amenaza de demanda por estafa.