La Universidad del Rosario en Bogotá se vio sacudida por una ola de manifestaciones y reclamos que condujeron al despido de su máxima autoridad académica, el rector José Alejandro Cheyne García. Después de semanas de creciente malestar, la institución tomó la decisión de prescindir de sus servicios, marcando un punto de inflexión en su rumbo.

Las tensiones escalaron cuando una coalición de profesores, estudiantes y exrectores alzaron su voz en una petición pública exigiendo la renuncia de Cheyne. Entre los motivos citados figuraban acusaciones de una gestión deficiente de recursos, despidos injustificados y una serie de problemas estructurales que habrían mellado el funcionamiento interno.

“No se trataba de un ataque mediático contra la institución, como alegó el rector, sino una manifestación legítima de preocupación por el bienestar y futuro de nuestra alma máter”, declaró Margarita Peña, portavoz del movimiento estudiantil.

El descontento alcanzó niveles críticos cuando más de 138 docentes de diversas facultades firmaron una misiva contundente expresando su “pérdida de confianza” en la capacidad de Cheyne para liderar el proceso de transformación anhelado. “Lamentablemente, su falta de legitimidad y gobernabilidad se habían convertido en obstáculos insalvables”, se lee en el documento.

Uno de los puntos neurálgicos fue la política de despidos injustificados implementada durante su gestión. “Generó un clima de inestabilidad y temor entre profesores y empleados, afectando negativamente el ambiente laboral y académico”, manifestó Pedro Salinas, líder del movimiento docente.

Tras meses de tensión, la Universidad del Rosario emitió un comunicado anunciando la desvinculación de Cheyne. “La Consiliatura ha determinado su desvinculación como Rector a partir de la fecha”, reza el texto oficial.

En su lugar, el Dr. Gustavo Adolfo Quintero, reconocido experto en trasplantes y seguridad del paciente, asumirá la rectoría de forma interina. Quintero, galardonado por su trayectoria académica, deberá encauzar a la institución por sendas de diálogo y reconciliación.