Con el cierre de las festividades navideñas y la llegada del puente de Reyes, el Instituto Nacional de Salud (INS) presentó un balance preliminar sobre los lesionados, quemados y fallecidos por pólvora durante la temporada. Según el reporte, con corte al 1 de enero a las 6 de la tarde, se registraron 1.135 casos de personas afectadas por el uso de este material en el país, lo que representa una disminución del 10,1 % en comparación con la temporada anterior.

El INS destacó que una persona falleció debido a la manipulación de pólvora, una reducción del 50 % respecto al año pasado, cuando se reportaron dos muertes. En cuanto a los lesionados, el reporte indicó una disminución tanto en adultos como en menores de edad.

Entre los 1.135 lesionados:
– 331 casos corresponden a menores de edad, lo que supone una reducción del 13,3 % frente a los 382 reportados en la temporada pasada.
– 804 casos involucraron a mayores de 18 años, con una disminución del 8,7 % respecto al año anterior, cuando se registraron 881 casos.

De los menores afectados, 36 estaban acompañados por adultos bajo los efectos del alcohol, una cifra que se mantiene igual a la de la temporada 2023-2024. Por su parte, 336 de los adultos lesionados se encontraban bajo influencia del licor en el momento del incidente.

Bogotá, Antioquia y Nariño lideran el listado de departamentos con más quemados:
– Bogotá: 130 casos (incremento del 5,7 % respecto al año anterior).
– Antioquia: 127 casos (disminución del 8 %).
– Nariño: 92 casos (disminución del 37,4 %).

Otras regiones con cifras significativas incluyen:
– Norte de Santander: 80 casos.
– Cauca: 64 casos.
– Cundinamarca: 49 casos.
– Tolima: 45 casos.
– Córdoba y Huila: 44 casos cada uno.
– Santander: 43 casos.

En las principales ciudades como Cali, Atlántico y Barranquilla, se reportaron 41, 35 y 33 casos, respectivamente.

El informe del INS también clasificó las lesiones por pólvora según su grado de severidad:
– 48,3 % de las lesiones fueron de grado uno.
– 43,5 % correspondieron a grado dos.
– 8,2 % fueron de grado tres, las más severas.

A pesar de la disminución en las cifras, las autoridades insisten en la necesidad de redoblar los esfuerzos para prevenir este tipo de incidentes, especialmente entre menores de edad y adultos que consumen alcohol durante las celebraciones. Los datos reflejan que, aunque hay avances en la reducción de casos, el manejo irresponsable de la pólvora sigue siendo un problema que afecta a miles de familias en el país.