Reforma de salud, la manzana de la discordia que sigue en el tapete

Por: Elizabeth Montoya

9 noviembre, 2023

La reforma a la salud del Gobierno de Gustavo Petro enfrenta un debate paralelo en el Congreso, luego de que la oposición radicara una propuesta alternativa que busca “proteger el sistema de salud actual”.

El proyecto de ley estatutaria de reforma de la salud, presentado por Cambio Radical y Centro Democrático empezó su trámite en la Comisión Primera del Senado este miércoles, el mismo día en que la reforma oficialista se debatía en segundo debate en Cámara de Representantes.

Los impulsores de la iniciativa opositora alegan que con una ley estatutaria se podrán fijar principios para que la reforma de Petro no pueda contradecir aspectos como la libre elección de prestadores y la competencia, que se verían amenazados según ellos.

Sin embargo, varios congresistas del Pacto Histórico cuestionaron la naturaleza estatutaria del proyecto y lo calificaron como un intento de “entrabar” la reforma del Gobierno. La ponencia de archivo no fue votada y seguirá su debate.

Mientras esto ocurre, la representante Katherine Miranda también advirtió en la Cámara vacíos en el financiamiento de la reforma oficialista, que no tiene concepto de Hacienda. Dijo que se deben resolver temas clave como el control de gasto antes de su aprobación.

El trámite de la reforma a la salud enfrenta así debates cruzados entre Gobierno y oposición para intentar moldear el futuro sistema de salud, en una puja de intereses encontrados en el Congreso.

 

¿Fin de las EPS?

La reforma de salud se ha convertido en uno de los proyectos más controvertidos de la administración del presidente Gustavo Petro en Colombia. La iniciativa busca una transformación integral del sistema de salud del país, incluyendo la forma en que los colombianos acceden a servicios médicos de urgencia, exámenes y medicamentos, entre otros.

Sin embargo, esta ambiciosa reforma ha suscitado críticas desde prácticamente todos los sectores políticos en Colombia. La principal preocupación radica en que la reforma podría poner fin a las Empresas Promotoras de Salud (EPS), que son los principales proveedores de servicios de salud en el país.

El debate en el Congreso se ha vuelto cada vez más tenso en las últimas semanas. Algunas bancadas, como las del Centro Democrático y el partido Cambio Radical, han optado por abandonar el recinto durante las votaciones sobre la reforma de salud, lo que interrumpe el proceso al romperse el quórum necesario.

Una de las cuestiones más apremiantes en estos debates es la seguridad fiscal del proyecto. El Gobierno aún no ha proporcionado una estimación del costo total de la reforma de salud ni ha aclarado cómo afectará a los ciudadanos en términos financieros.

Diversos congresistas, incluyendo a Catherine Juvinao, han insistido en que no debería debatirse la reforma sin un análisis fiscal del Ministerio de Hacienda sobre su impacto en los colombianos.

El tema de la seguridad fiscal también ha generado preocupación entre gremios relacionados con la salud, especialmente aquellos vinculados directamente a las EPS, que han enfrentado pérdidas económicas significativas y una escasa estabilidad financiera.

La coalición “Aliadas”, que reúne a varias organizaciones de salud y económicas, ha llamado urgentemente al Gobierno a dialogar y abordar la situación política que amenaza la salud de millones de colombianos. Esta coalición señala que el principal problema del sistema de salud colombiano es la falta de recursos, y estima una deuda acumulada de 1.67 billones de pesos, lo que ha provocado un retraso de cuatro meses en los pagos, afectando la atención médica de la población.

Según Aliadas, la Unidad de Pago de Captación experimenta un desfase entre los recursos destinados a cada paciente y los costos reales, lo que pone en riesgo la sostenibilidad del sistema de salud. Las EPS, a pesar de recibir 100 pesos en el 2022, gastaron 103 pesos, lo que lleva a la acumulación de pasivos y la amenaza de incumplimiento de sus obligaciones financieras.

Además, las EPS tienen cuentas pendientes con el Estado colombiano por valor de 2.97 billones de pesos, en parte debido a recobros no incluidos en el plan de beneficios que han estado pendientes durante años, lo que afecta negativamente sus finanzas. La situación financiera precaria de las EPS aumenta las preocupaciones sobre la viabilidad de la reforma de salud propuesta por el Gobierno de Petro.

La reforma de salud en Colombia sigue siendo un tema candente y polémico que enfrenta desafíos significativos en su camino hacia la aprobación. La seguridad fiscal y la viabilidad a largo plazo del sistema de salud son asuntos cruciales que deben abordarse de manera rigurosa y cuidadosa.