Desde su creación en 2005, Radiónica ha sido un referente en la promoción de la música alternativa y el talento nacional en Colombia. Sin embargo, en los últimos meses, la emisora pública ha sido escenario de denuncias sobre censura, acoso laboral y decisiones unilaterales por parte de la nueva administración, encabezada por Hollman Morris y Luis Alfredo Hernández Ramírez.

En 2025, la frecuencia de Radiónica en Medellín y Cali fue trasladada de FM a AM, una decisión que, según miembros del equipo, fue tomada sin previo aviso ni consulta con el personal que ha construido el proyecto desde sus inicios. Según denuncias de trabajadores, las decisiones de la administración han sido percibidas como arbitrarias y desconectadas del propósito original de la emisora.

“Nos enteramos de los cambios por entrevistas en otros medios o publicaciones en redes sociales de los directivos”, aseguraron fuentes de la emisora al medio El Colombiano, quienes prefirieron mantenerse en el anonimato por temor a represalias. Esta falta de comunicación ha generado incertidumbre y preocupación entre los empleados, especialmente en un contexto en el que varios programas emblemáticos han sido cancelados o modificados drásticamente.

Entre los programas afectados se encuentra “Hace falta ruido”, un espacio dedicado al punk y a las bandas emergentes. Según los testimonios, el asesor del subgerente, Camilo Guzmán, habría ordenado su eliminación para dar paso a contenidos más comerciales, como música pop y éxitos internacionales.

Asimismo, el programa “Multiverso Radiónica”, un espacio de tres horas dedicado al mundo Geek, ha sido recortado a una hora y desplazado en la parrilla para dar prioridad a franjas musicales más comerciales. Esta medida ha sido interpretada por algunos trabajadores como un intento de reorientar la emisora hacia un formato más competitivo, dejando de lado la esencia cultural y alternativa que la caracterizaba.

Las denuncias también apuntan a presuntas presiones laborales y acoso a los empleados que han manifestado su inconformidad con los cambios. Juan Jaramillo, líder de producción creativa, renunció recientemente tras 11 años en Radiónica, señalando que el ambiente en la emisora se había vuelto “desolado, poco humano y cero empático”.

Por su parte, Iván García, quien trabajó 25 años en la emisora, también presentó su renuncia, argumentando desacuerdos con las nuevas directrices de la administración. “Mi renuncia se da por dignidad, por integridad profesional y personal”, expresó García, quien aseguró que el proyecto que ayudó a construir estaba siendo desmantelado.

En medio de las controversias, el Ministerio del Interior y RTVC suscribieron un contrato por $88.964 millones para la realización de eventos. Sin embargo, trabajadores de Radiónica aseguran que, pese a la cifra millonaria, los recursos no están llegando a los proyectos culturales de la emisora. “No tenemos presupuesto asegurado para Rock al Parque ni para Hip Hop al Parque”, denunció un miembro del equipo.

La situación ha generado un profundo malestar entre los contratistas, quienes temen por la continuidad de sus empleos. Según los testimonios, los contratos están siendo renovados selectivamente, y aquellos que han expresado su descontento han sido marginados o despedidos.

En contraste con estas denuncias, RTVC ha impulsado algunas actividades culturales, como el VI Concierto de la Esperanza, programado para el 8 de junio en la Plaza de Bolívar, en Bogotá. El evento contará con la participación de artistas internacionales como Mägo de Oz, Inti-Illimani y Los Van Van.

La situación en Radiónica sigue siendo incierta, y los trabajadores esperan que el sector cultural se una en defensa del proyecto, que durante años ha sido un espacio fundamental para la difusión de la música nacional y la construcción de identidad juvenil en Colombia.