El presidente Gustavo Petro anunció este jueves la militarización de la frontera entre Colombia y Venezuela en la zona del Catatumbo, con el objetivo de “reducir al máximo las fuerzas de la mafia” que operan en la región.

El mandatario confirmó que impartió órdenes al Ejército Nacional para ampliar el número de efectivos en el Catatumbo colombiano, donde ya operan aproximadamente 25.000 uniformados en labores contra el narcotráfico.

“No es la tierra la que le gana a la mafia, es la coordinación entre los dos estados quien lo logra”, declaró Petro, haciendo referencia a la necesidad de cooperación entre Colombia y Venezuela para combatir las organizaciones criminales.

Esta decisión se produce tras el anuncio del ministro del Interior de Venezuela, Diosdado Cabello, quien informó el lunes pasado sobre el despliegue de 15.000 militares en la región fronteriza para reforzar la seguridad y combatir el tráfico de drogas.

Cabello explicó que el presidente venezolano decidió activar inmediatamente la “Zona de Paz número uno”, que incluye los estados Táchira y Zulia, ordenando un “gran refuerzo operacional” de las fuerzas ya desplegadas en la zona.

“Estamos operando desde hace bastante tiempo desplegados con URRA (Unidades de Reacción Rápida de Combate) y con operaciones militares y policiales puntuales”, indicó el funcionario venezolano.

Paralelamente, la Armada estadounidense envió ocho buques de guerra a las aguas del Caribe y el Pacífico el 27 de agosto, en lo que representa un aumento significativo de presencia militar en la región.

Los barcos forman parte de una “operación antinarcóticos reforzada” con el objetivo de realizar misiones de interdicción de drogas en Latinoamérica, según informó un funcionario de defensa estadounidense a The Washington Post.

Petro negó la existencia del Cartel de los Soles, calificándolo como “la excusa ficticia de la extrema derecha para derribar gobiernos que no les obedecen”. El presidente colombiano sostuvo que el paso de cocaína por Venezuela lo controla la “Junta del Narcotráfico” cuyos capos viven en Europa y Oriente Medio.

“Le propuse a EE.UU. y Venezuela que juntos destruyamos ese cartel. Es coordinar y no someter”, escribió el mandatario en redes sociales.

Las declaraciones presidenciales generaron críticas del congresista republicano Carlos Giménez, quien calificó las palabras de Petro como “gravísimas” y advirtió que el Congreso estadounidense “no tomará esto de chiste”.

Petro respondió al legislador afirmando que “no tiene derecho a sentenciar a ningún presidente elegido popularmente en Latinoamérica” y aseguró tener evidencias sobre los compradores de cocaína colombiana que transita por Venezuela.

“Y si la verdad cuesta la cárcel, pues preso voy”, declaró el presidente colombiano en su respuesta al congresista.

El intercambio continuó cuando Giménez comparó negar la existencia del Cartel de los Soles con “decir que el planeta tierra es plano o que Nicolás Maduro es el presidente legítimo de Venezuela”.

 

 

 

Con información de wradio y infobae