Durante la conmemoración de los 206 años de la Batalla de Boyacá celebrada este 7 de agosto en Leticia, Amazonas, el presidente Gustavo Petro emitió una declaración oficial sobre la disputa territorial entre Colombia y Perú por la denominada Isla Santa Rosa, ubicada en el río Amazonas.

La declaratoria presidencial, compuesta por seis puntos fundamentales, establece que “la isla Santa Rosa, junto con otras formaciones fluviales surgidas en el río Amazonas (…) no ha sido asignada a ninguno de los dos Estados”, refiriéndose tanto a Colombia como a Perú.

El mandatario colombiano fue categórico al afirmar que “Colombia no reconoce la soberanía del Perú sobre la denominada Isla de Santa Rosa y desconoce a las autoridades de facto impuestas en la zona”, punto que constituye el núcleo central de la posición oficial del país.

Según el documento leído por Petro, la ley mediante la cual Perú creó el Distrito de Santa Rosa de Loreto representa “un acto unilateral que desconoce los instrumentos jurídicos binacionales” y viola “el principio de primacía del derecho internacional sobre el derecho interno”.

La declaración también califica como “inaceptable” el acto unilateral peruano de exigir registro a las embarcaciones en la isla, considerándolo una violación al espíritu de libre navegabilidad por el río Amazonas contemplado en el Acta Adicional del Protocolo de Río de Janeiro de 1934.

La disputa se origina en formaciones fluviales surgidas después de 1929, año en que se realizó “la única asignación binacional de islas entre la República de Colombia y la República del Perú”. Estas nuevas formaciones no fueron contempladas en los acuerdos originales, generando el vacío legal que alimenta la controversia actual.

Petro desestimó durante su intervención “la tesis peruana de que la Isla de Santa Rosa es simplemente una extensión de la isla de Chineria”, asegurando que Colombia cuenta con “las pruebas técnicas y científicas” para refutar esta argumentación.

Pese a la firmeza de la declaración, el presidente colombiano mantuvo un tono conciliatorio hacia el país vecino. “No es Perú el enemigo”, expresó Petro, aunque advirtió que Colombia “ha decidido no matarse más entre sí” y no permitirá perder territorio como en décadas pasadas.

La declaración oficial confirma el beneplácito colombiano para participar en la Comisión Mixta Permanente para la Inspección de la Frontera Colombo-Peruana, programada para los días 11 y 12 de septiembre de 2025 en Lima.

El mandatario aprovechó la ocasión para hacer un llamado regional más amplio, invitando “al pueblo peruano, bolivariano también, al pueblo ecuatoriano, al pueblo brasileño cercano aquí a nosotros, vecino, al pueblo venezolano a juntarnos en salvar la selva amazónica”.

Petro identificó como verdadero enemigo a “las mafias más grandes armadas dispuestas a matar porque quieren que el Río Amazonas no lleve bioeconomía al mundo, prosperidad a los pueblos”, desplazando el foco del conflicto territorial hacia amenazas transnacionales.

Colombia reiteró su disposición para reactivar la Comisión Mixta Permanente (COMPERIF) con el objetivo de “impulsar las acciones necesarias para garantizar el cumplimiento del Protocolo de Río de Janeiro de 1934”.

Con información de wradio y caracol radio