En una reunión de la Asamblea de Damnificados de La Mojana celebrada este 17 de mayo en Ayapel, el presidente Gustavo Petro abordó los recientes escándalos de corrupción relacionados con los carrotanques en La Guajira. En sus declaraciones, Petro reconoció su responsabilidad política al haber nombrado a Olmedo López como director de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD).

“Institucionalmente, la UNGRD no nos ayudó a sacar a las víctimas de su condición de víctima y por eso hubo cambios”, afirmó el presidente Petro. Continuó explicando que se intentaron implementar soluciones alternativas a través de decretos de emergencia. “Nosotros fuimos a través de los decretos de emergencia a otro tipo de solución en La Guajira, incluso creamos, por decreto, un Instituto Nacional de Agua que era como creíamos que íbamos a solucionar, pero en octubre los decretos se cayeron y no es culpa de la Corte, sino que miren lo que pasó, en la rapidez se robaron la plata y es una responsabilidad mía porque yo puse a Olmedo (López) al frente de la UNGRD”.

La corrupción vinculada a los carrotanques ha generado una significativa polémica, subrayando la urgencia de soluciones efectivas y transparentes para las comunidades afectadas. En medio de la crisis, el presidente aprovechó para enviar un mensaje claro al recién nombrado director de la UNGRD, Carlos Carrillo: “Está recién posesionado y tiene que asumir esta tormenta, así que tiene que mover el cerebro rápidamente, si no, el caballo lo tumba”.

Además de abordar los problemas en La Guajira, Petro expresó sus dudas sobre el contrato de las obras en ‘Caregato’. “Yo tengo desconfianza del contrato. El contrato está por $130.000 millones, se adelantaron $26.000 millones, con los cuales se adelantó eso que ustedes ven; y eso no funcionó”, señaló el mandatario, evidenciando su preocupación por la gestión y ejecución de estos recursos.

El presidente también hizo un llamado a los funcionarios públicos a involucrarse más directamente con las comunidades locales. “Los funcionarios no deben diseñar soluciones en las oficinas de Bogotá, ojo, esa es una tendencia. Aquí tienen que venir al terreno y, sobre todo, con las comunidades campesinas e indígenas contrastar las ideas técnicas porque aquí, hace milenios, los seres humanos sabían adaptarse”, concluyó.