Ocho integrantes de la estructura ‘Jaime Martínez’, perteneciente a las disidencias de las FARC, se entregaron voluntariamente a las fuerzas militares en el departamento del Cauca. El Ejército Nacional confirmó que entre los desmovilizados se encontraban dos menores de edad, evidenciando la persistente problemática del reclutamiento forzado en la región.

Los combatientes, que operaban en apoyo a la estructura ‘Franco Benavides’ en el vecino departamento de Nariño, se presentaron ante las tropas del Batallón de Alta Montaña N.º 4. Según fuentes militares, estos individuos “habían sido enviados para seguir adelantando acciones terroristas en el municipio de Suárez”, lo que subraya la gravedad de la situación de seguridad en la zona.

La estructura ‘Jaime Martínez’ ha sido señalada como responsable de una serie de ataques recientes contra la fuerza pública y la población civil. Entre estos incidentes se destacan “los hostigamientos en el corregimiento Robles, en el Valle del Cauca, y los ataques con explosivos a la Policía en Popayán, Morales, Suárez, Cajibío y el ataque a la Base Militar en La Salvajina, en el Cauca”, detallaron las autoridades.

La presencia de menores entre los desmovilizados, de 15 y 17 años, resalta la urgente necesidad de abordar el reclutamiento infantil por parte de grupos armados ilegales. En cumplimiento de los protocolos establecidos, “los menores de edad fueron puestos a disposición del Instituto Colombiano del Bienestar Familiar” para garantizar la restitución de sus derechos fundamentales.

Las autoridades atribuyen esta desmovilización a la presión ejercida por las operaciones militares en la zona, lo que habría motivado a los combatientes a “someterse a la justicia”.