El aeropuerto internacional El Dorado de Bogotá, reconocido como uno de los más destacados de Colombia, enfrenta importantes desafíos en su búsqueda por consolidarse como un referente en la región. A pesar de sus constantes mejoras y la calidad de sus servicios, el terminal aéreo tiene cinco retos fundamentales que deberá abordar para seguir liderando en movilidad aérea en el país y competir con otros aeropuertos de Latinoamérica.

Uno de los principales inconvenientes que afecta la experiencia de los viajeros en El Dorado son los elevados precios de los productos ofrecidos dentro del aeropuerto. Los sobrecostos en alimentos, bebidas y otros servicios han sido motivo de denuncias recurrentes por parte de los usuarios, lo que genera insatisfacción entre los pasajeros nacionales e internacionales.

Además, el transporte no autorizado sigue siendo un problema que impacta la percepción de seguridad en el aeropuerto. Para mitigar este inconveniente, se han establecido mesas conjuntas con la Policía y la Secretaría de Seguridad, con el objetivo de garantizar un entorno más seguro y organizado para los viajeros.

El parqueadero del aeropuerto El Dorado también enfrenta críticas por la escasez de máquinas automáticas para realizar pagos. Actualmente, el terminal cuenta con solo 17 equipos para gestionar las necesidades de miles de usuarios diarios, lo que genera largas filas y demoras innecesarias. Incrementar la cantidad de estas máquinas es una prioridad para mejorar la experiencia de quienes utilizan este servicio.

El paso de los años ha evidenciado el desgaste de ciertas áreas de la infraestructura del aeropuerto. Aunque El Dorado ha implementado mejoras continuas, aún hay zonas que requieren una intervención urgente para mantener los estándares de calidad y comodidad que exigen los viajeros. La modernización de espacios y el mantenimiento preventivo serán cruciales para garantizar su sostenibilidad a largo plazo.

Otro reto significativo es el estado de las pistas aéreas. En algunas de ellas se han identificado parches y deterioros que podrían representar riesgos para las aeronaves. Por esta razón, se plantea no solo su reparación, sino también su ampliación para evitar aglomeraciones y retrasos causados por la alta cantidad de aviones en tierra. Estas mejoras contribuirían a aumentar la eficiencia operativa y a reducir los tiempos de espera para los pasajeros.

El Dorado es un símbolo de la conectividad de Colombia con el mundo y un eje fundamental para el turismo y la economía del país. Cumplir con estos retos no solo mejorará la experiencia de los usuarios, sino que también posicionará al aeropuerto como un referente en Latinoamérica.