Esta semana, el presidente Gustavo Petro tomó la decisión de intervenir las dos EPS más grandes del país: Sanitas y Nueva EPS, que en conjunto suman más de 17 millones de afiliados. Este movimiento, visto como un intento de salvar el sistema de salud, se produce en un contexto en el que la reforma a la salud ha sido derrotada en el Senado.

Sanitas y Nueva EPS fueron intervenidas por la Superintendencia de Salud, lo que implica la remoción de sus directivos y la asunción del control de la administración por parte del Gobierno. Esta medida busca garantizar la continuidad de los servicios de salud para los afiliados, pero genera incertidumbre entre la población.

Por otro lado, Compensar, con más de dos millones de afiliados, solicitó voluntariamente su liquidación debido a problemas financieros. Esto podría resultar en un complejo proceso de traslado de afiliados a otras aseguradoras, lo que plantea preocupaciones sobre posibles barreras de acceso a la atención médica.

¿Qué deben saber los afiliados ante esta situación?

Primero, es importante entender que la intervención de Sanitas y Nueva EPS no implica su desaparición, sino un cambio en la administración para garantizar la prestación de servicios. Sin embargo, la eficacia de esta medida dependerá de la gestión de los interventores y las nuevas juntas designadas.

En el caso de Compensar, la solicitud de liquidación no garantiza su ejecución inmediata. La Superintendencia debe evaluar la situación de la EPS y decidir si procede la liquidación. Mientras tanto, Compensar sigue obligada a prestar servicios a sus afiliados.

En cuanto al cambio de EPS, los afiliados tienen derecho a hacerlo, pero se recomienda esperar hasta que se aclare la situación actual. Además, aquellos en tratamientos médicos deben cumplir ciertos requisitos antes de solicitar un traslado.

¿Es esta la reforma a la salud?

No, la intervención de las EPS no constituye una reforma a la salud. Aunque el presidente Petro ha anunciado cambios en los modelos de atención, estos son independientes de la reforma y podrían tener un impacto limitado sin una ley que respalde cambios estructurales.

¿Qué sucede con las otras EPS?

La Superintendencia de Salud continúa su labor de vigilancia y control sobre todas las EPS, y podrían anunciarse medidas adicionales en el futuro. Mientras tanto, las EPS deben seguir proporcionando servicios a sus afiliados, y estos pueden recurrir a los mecanismos existentes para presentar quejas o reclamos si no reciben atención adecuada.