El viernes 30 de agosto será un día que quedará marcado en la memoria de la familia y amigos de Javier Acosta, un joven bogotano que, tras casi cinco años de lucha contra una enfermedad debilitante, ha decidido poner fin a su vida a través de la eutanasia. Javier, quien en su juventud vivió con pasión su amor por el fútbol y su equipo Millonarios, enfrenta su último día con tranquilidad, aunque con un inevitable pesar por el dolor que dejará en sus seres queridos.

Javier Acosta, un joven de 30 años, comenzó su batalla contra una infección agresiva tras un viaje a Melgar, Tolima. En 2019, durante un paseo que parecía ser inofensivo, contrajo una bacteria en una piscina, que rápidamente se convirtió en una pesadilla médica. Esta bacteria, conocida como osteomielitis, comenzó a atacar el hueso de su glúteo izquierdo y se extendió a otros tejidos y a su sangre, resultando en una leucemia que empeoró aún más su condición.

“Hace nueve años sufrí un accidente de tránsito cuando regresaba de ver un partido de Millonarios en Tuluá. Desde entonces, quedé en silla de ruedas”, relató Javier en una entrevista con Noticias Caracol. Lo que parecía ser un reto suficiente, se complicó aún más cinco años después con la infección en su cuerpo, que los médicos describieron como una levadura resistente a los antibióticos.

Los médicos le ofrecieron la opción de amputar su pierna derecha, pero Javier sabía que esa no sería una solución definitiva. La bacteria seguía su curso imparable y no había garantías de que la amputación detuviera su avance. Ante la perspectiva de una vida inmóvil, cargada de dolor y tratamientos, Javier tomó la decisión de solicitar la eutanasia.

“Me gusta moverme. Al imaginarme sin mis piernas, en una cama, con antibióticos, viendo a mi hija cuidarme, perdiendo su oportunidad de tener una niñez, una juventud, dije ‘yo quiero la eutanasia’”, explicó Javier, quien actualmente está internado en el Hospital Universitario San Ignacio de Bogotá.

El proceso para acceder a la eutanasia en Colombia requiere que el paciente demuestre un dolor insoportable que le impida vivir con dignidad. Javier cumplió con estos requisitos, y la fecha para el procedimiento fue fijada para el 30 de agosto a las 12:00 del mediodía.

En una transmisión en redes sociales, Javier compartió su serenidad ante la decisión tomada, aunque no ocultó la tristeza de saber que dejaría a su familia, especialmente a su hija, con un vacío inmenso. “Me voy de este mundo el viernes a las 12:00 del día, llevándome el dolor de mi mamá, de mi hermana, de mi hija, de mi familia. Viendo cómo se tienen que despedir”, expresó con una mezcla de paz y tristeza.

Su historia también resonó con figuras del fútbol colombiano, incluido Radamel Falcao García, quien le envió un mensaje de apoyo en sus últimos días. Javier, un ferviente hincha de Millonarios, se despide con el consuelo de haber luchado hasta el final.

“Todos vieron lo que luché, lo que sufrí. El viernes estaré descansando. Se acabó la vida para Javi”, concluyó. Con esas palabras, Javier Acosta cierra un capítulo de su vida marcado por la adversidad, pero también por la valentía de tomar una decisión difícil, en búsqueda de su paz final.