La fuerte temporada de lluvias ha elevado los niveles del río Sinú, poniendo en emergencia a cerca de 2.000 familias en zonas como Montería, Cereté, San Pelayo y Lorica. En este último municipio, la situación es particularmente crítica, con seis puntos críticos detectados en la zona rural por erosión e inundación.

La administración municipal, liderada por el alcalde Carlos Manzur, ha instalado un Puesto de Mando Unificado (PMU) en la Alcaldía de Lorica para monitorear la situación y tomar medidas para evitar más afectaciones. Sin embargo, la comunidad de Sarandelo, una de las zonas más afectadas, insiste en que se necesitan obras definitivas para evitar inundaciones.

“Estamos reforzando los puntos, pero solo son refuerzos, eso no nos garantiza de que no nos vamos a inundar; solo estamos previniendo las filtraciones para evitar que sean más grandes”, señaló Ángel Hernández, presidente de la Junta de Acción Comunal de la vereda Sarandelo.

Hernández recordó que desde 2021, cuando se registraron inundaciones severas en la zona, solo se han planteado obras de mitigación, pero no definitivas. “Son obras que no sé cuánto costaron porque en realidad son obras que uno acá como comunidad dice: no sirven. Son obras que le ponen peso al camellón, una de estas se llevó la mitad del camellón, entonces, vemos que no es funcional”, agregó.

A pesar de la insistencia de la comunidad, las administraciones municipal y departamental han indicado que no cuentan con recursos para obras definitivas. Sin embargo, han dispuesto de maquinaria para obras provisionales en esta zona, donde más de 100 familias están en alto riesgo.

La Defensoría del Pueblo ha declarado la calamidad pública en el municipio de Lorica, lo que refleja la gravedad de la situación. Es hora de que se tomen medidas efectivas para evitar más desastres y proteger a las familias que viven en zonas de alto riesgo.

Con información de wradio