En los últimos días han salido a la luz escalofriantes detalles sobre el caso del turista estadounidense Timothy Alan Livingston, de 36 años, quien fue sorprendido en un jacuzzi con dos niñas de 12 y 13 años en el lujoso hotel Gotham de El Poblado, Medellín.

Según reveló el concejal Andrés Tobón, las menores no vivían con sus familias, sino que permanecían encerradas en una vivienda del barrio Manrique, presuntamente custodiada por un grupo delincuencial vinculado a la explotación sexual infantil.

“Las dos niñas estaban aisladas de sus familias en una casa que, al parecer, era custodiada por una estructura criminal”, afirmó Tobón, quien fue secretario de Seguridad de la ciudad, agregando que las familias de las menores no sabían lo que estaba pasando con ellas.

El diario El Tiempo dio a conocer detalles escalofriantes del operativo policial en el que fue capturado Livingston. Según la información, además de las dos niñas, había un tercer menor de 10 años haciendo las veces de “campanero” para poder ingresar al hotel.

“El señor tenía los cigarros de marihuana alrededor del jacuzzi, en una especie de tarro. Y había quitado los censores de humo para que no se activaran las alarmas y nosotros subiéramos (…) Y la tarjeta de apertura de puertas del hotel estaba en un mesón untada de tusi (cocaína rosada). Además, en el baño habían cinco condones usados”, cita el medio del informe.

Pese a la gravedad de los hechos, las autoridades han sido duramente criticadas por presuntas irregularidades en el procedimiento. Según El Tiempo, al menos 12 policías de Infancia y Adolescencia llegaron al lugar y encontraron a Livingston junto a las niñas al interior de un jacuzzi en el que habría consumido drogas. No obstante, no se preservó adecuadamente la escena del crimen y uno de los policías incluso utilizó el mismo baño que Livingston.

Ante estas irregularidades, la Procuraduría General de la Nación abrió una indagación contra los policías involucrados por posibles faltas disciplinarias. Mientras, la Fiscalía investiga el presunto delito de prevaricato y la propia Policía indaga por qué, a pesar de la evidencia encontrada, el extranjero no permaneció detenido ni fue puesto a disposición de la Fiscalía.

 

Hotel Gotham se pronuncia

Por su parte, el hotel Gotham rechazó enfáticamente los hechos y aseguró que Livingston “burló y violó” sus estrictos protocolos de seguridad contra la explotación sexual infantil.

“Repudiamos categóricamente cualquier forma de explotación sexual de niños, niñas y adolescentes. Lo hacemos no solamente como actores turísticos responsables en Medellín, sino también en nuestra condición de padres, madres, hijas e hijos”, manifestó el establecimiento en un comunicado.

El Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) recordó que el Código Penal establece penas de 14 a 25 años de prisión por solicitar o demandar realizar actos sexuales con menores de 18 años, sin importar si hubo consentimiento.

“El eventual consentimiento dado por la víctima no exonera de la responsabilidad penal, siendo un agravante que la conducta es cometida por un turista y las víctimas son menores de 14 años”, enfatizó el ICBF.

Este aberrante caso ha generado indignación en Medellín y autoridades tanto de Colombia como de Estados Unidos continúan en la búsqueda del extranjero para que dé cuentas de tan aberrante crimen.