La capital colombiana afronta una crisis ambiental sin precedentes luego de los devastadores incendios que arrasaron los cerros Orientales. A pesar del anuncio de control por parte del alcalde a finales de enero, el daño es considerable y demanda un plan de reforestación prioritario para restaurar la biodiversidad y la salud ambiental en la región.
La Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR) ha asumido la tarea de liderar este plan integral de reforestación para abordar las áreas afectadas. El director de la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca, Alfred Ballesteros, asegura que conscientes de la urgencia y la importancia crítica de este proceso, se comprometen a trabajar arduamente para recuperar el paisaje, preservar la diversidad biológica y mitigar los riesgos futuros.
Plan de sustitución: Una estrategia clave para prevenir futuros desastres
En paralelo a la reforestación, se implementará un plan de sustitución de algunas de las especies existentes, por especies nativas. El 90% de los cerros está cubierto por plantas no nativas como pino, eucalipto y retamo espinoso que propagan fácilmente el fuego, según la CAR.
Ballesteros advierte sobre la urgencia de esta acción: “Si no empezamos a sustituir las más de 4.000 hectáreas con estas especies, vamos a seguir presentando incendios y todos los años vamos a estar en la misma situación”, destacó.
En este sentido, aseguran que se puede aprovechar para iniciar el reemplazo paulatino con especies nativas como el árbol loco, que aportan mayor valor ecológico, pero advierten que se requiere un plan integral y recursos cuantiosos para esta tarea.