El avión presidencial que transportaba al presidente Gustavo Petro de regreso a Colombia fue desviado de su ruta original debido a una amenaza de seguridad que obligó a cambiar el plan de vuelo previsto, según confirmaron tres fuentes de alto nivel de la Casa de Nariño a Blu Radio.

El mandatario colombiano había viajado a Sevilla el 29 de junio para participar en una cumbre de desarrollo. Su regreso estaba programado para el miércoles 2 de julio, con una escala prevista de una hora y media en las Islas Canarias antes de continuar hacia Bogotá.

Durante el trayecto hacia la capital colombiana, la seguridad presidencial recibió una alerta sobre una presunta amenaza que podría materializarse durante el aterrizaje en Bogotá. La información proporcionada por fuentes de Palacio indica que el avión presidencial estaba siendo rastreado desde las Islas Canarias, situación anómala considerando que esta aeronave no permite ser monitoreada externamente.

La comitiva presidencial tenía previsto llegar al aeropuerto El Dorado de Bogotá a las 9:10 de la noche del miércoles. Sin embargo, ante la alerta de inteligencia, el avión se desvió hacia Pereira, donde aterrizó en el Aeropuerto Internacional Matecaña.

Según las fuentes consultadas, el presidente Petro y su delegación nunca ingresaron al aeropuerto de Pereira. La aeronave fue retirada inmediatamente de la pista y la comitiva permaneció esa noche en la ciudad risaraldense como medida de precaución.

Al día siguiente, jueves 3 de julio, el presidente regresó a Bogotá utilizando aviones militares. Como protocolo adicional de seguridad, Petro viajó en una aeronave distinta a la del resto de su comitiva, separando así el transporte de la delegación presidencial.

El general Triana, en referencia a las investigaciones sobre la presunta amenaza, explicó que “toda la información que haga referencia a la seguridad del presidente de la República es prioridad, es valorada y revisada, en coordinación con la jefatura de seguridad presidencial”.

Las autoridades mantienen bajo estricta reserva los detalles de la investigación. “Las valoraciones son revisadas de forma muy reservada para avanzar en términos de investigación”, añadió el general, quien subrayó que “toda la información que afecte la tranquilidad y la seguridad del presidente es valorada y esa valoración la hacemos integralmente las Fuerzas Armadas con la jefatura de la Presidencia”.

El alto oficial confirmó que existe una coordinación permanente entre las diferentes fuerzas de seguridad para garantizar la protección del mandatario. “Cada vez que el presidente llegue o transite por cualquier rincón del país, ahí está la Policía dispuesta a prestar la seguridad en cualquier escenario donde él haga movimientos de acuerdo a su agenda”, precisó.

Las autoridades continúan evaluando la información sobre posibles amenazas y realizan las investigaciones correspondientes de manera articulada entre las diferentes instituciones de seguridad del Estado para confirmar o descartar los riesgos identificados.

Con información de bluradio y wradio