Danilo Martínez es el nombre de uno de los 38 menores migrantes que ha muerto estando bajo el cuidado del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar -ICBF- en los últimos cinco años. Todos murieron mientras se encontraba en proceso el restablecimiento de sus derechos, según entrega especial hecha por el diario El Espectador.

El joven de 17 años y de nacionalidad venezolana murió luego de ser atacado por un chico de 15 años en un hogar sustituto de Pasto, Nariño. Al parecer Danilo fue apuñalado mortalmente en el corazón, en circunstancias que aún no han sido aclaradas. Los hechos sucedieron a princpios de septiembre, 15 días después de que el chico llegara a ese instituto y a sólo horas de que su custodia se le hubiese entregado a su hermana, Ana Gabriela Martínez, radicada en La Cabrera, Cundinamarca.

Ana Gabriela contó que Danilo había llegado a Colombia en febrero de 2023, luego de salir desde la ciudad de San Felipe, en el estado de Yaracuy, con unos amigos. Cúcuta fue la primera ciudad donde se quedó. Allí trabajó unos meses, hasta que un día tomó rumbo a Bogotá, donde lo iba a recibir un familiar para trabajar en una finca en Sogamoso.

“Duramos como 15 dias sin saber de él, pero un dia le envió una foto y un mensaje a mi mamá por el Facebook, donde le dijo que estaba bien, que no se preocupara. Él ya estaba vía Ecuador, que iban caminando, que lo único es que iban ‘mochileando’ pero que estaba bien”, contó la hermana del chico.

En el camino ya no pudo más y fue cuando decidió entrar a la casa del ICBF. Desde el instituto contactaron a la mujer para ver si quería asumir la custodia del menor. “Yo les duije que si, que si me lo traían yo me hacía cargo de inmediato, entonces me dijeron que eso no era tan rápido, que había que cumpluir con un proceso”, dijo. Tras la llamada, recibió luego la visita de representantes del ICBF para reconocer el lugar donde viviría el chico. “Eso fue el jueves y el sabado me llamaron para decirme que ya él estaba muerto”.

La primera hipótesis que le entregan a la familia es que otro chicho de 17 años lo había atacado y lo había cortado con un cuchillo en el cuello. Luego les indicaron que fue un menor de 15 años quien lo había atacado directamente al corazón, pero la familia Martinez Márquez no pudo corroborar la causa de muerte con otros especialistas.

El cuerpo de Danilo no fue reconocido por sus familiares. Su cuerpo fue entregado embalsamado y sellado en la urna, un procedimiento que debe ser autorizado por la familia y no se hizo. “Confiamos en los papeles que decían que él tenia una puñalada en el corazón, que le habia perforado el pulmón. Con eso nos quedamos”. Dicho documento venía firmado por tanotopractor Esteban Pinzon, y por la directora de la funeraria, Milaris Palacios.

La familia de Danilo, sigue exigiendo respuestas claras del ICBF, o que al menos se pronuncie sobre su caso: “Sigo sin creer que fue en la entidad en donde supuestamente lo iban a ayudar, donde terminó muriendo. Queremos entender qué pasó y por qué ese joven nos lo mató”, lamenta desde Venezuela, Génesis Martínez, una de sus hermanas.

¿Qué pasa con el ICBF?

De acuerdo con la información establecida por el referido medio, entre 2018 y julio de 2023, en el Sistema de Información Misional del ICBF, se registraron 36 muertes de menores de edad extranjeros, 27 de los cuales estaban en hogares sustitutos o internados en centros de esta entidad. De estos fallecimientos, 22 eran menores de 5 años.

Del total de las muertes reportadas, uno era ecuatoriano y otro comorano (del sudeste africano). El resto eran de origen venezolano, consecuencia de la diáspora que desde 2018 han padecido, tras la crisis política y económica de su país.

Sus nombres, como las causas finales de su muerte, fueron estrictamente reservadas por el ICBF y la Fiscalía, amparados en las leyes que protegen a los menores de edad en Colombia.

La información recolectada es desconocida por la Defensoría del Pueblo, así como por las agencias de cooperación internacional que trabajan por la niñez migrante en el país: Acnur, UNICEF, OIM, Save The Children y el Consejo Noruego de Refugiados.

Por otra parte, y lo que parece más grave aún es que la Subdirección de Restablecimiento de Derechos del ICBF no tiene conocimiento de sanciones o cierres definitivos en los centros y hogares sustitutos donde fallecieron los 36 menores de edad registrados. La información, dicen, solo la conocen las direcciones regionales que no se han pronunciado al respecto.

No obstante, el ICBF reconoció está poniendo en marcha una estrategia que priorice rutas alternativas, en las cuales la última medida sea retirar a las niñas, niños y jóvenes nacionales y extranjeros de sus entornos cercanos y familiares; mientras que en el caso específico de menores venezolanos, muchos de los cuales llegan a la entidad por migrar sin acompañantes, se están reactivando canales diplomáticos para contactar a sus familias y que no se queden internados como hijos de nadie.

Lo que dijo la directora del ICBF sobre muertes de niños migrantes

La directora del ICBF, Astrid Cáceres, se refirió a la muerte de niños migrantes bajo custodia de esa entidad.

Según Cáceres, el pico de decesos fue en 2019 por la crisis migratoria venezolana cuando las relaciones con ese país estaban rotas.

Indicó que de los 70.000 niños atendidos, la mayoría provenían de Venezuela por Cúcuta y el Darién.

Explicó que las muertes se concentran en enfermedades, un suicidio y una agresión entre menores en un hogar del ICBF.

Tras restablecer relaciones con Venezuela se agilizó la reunificación familiar de niños migrantes, señaló.

La directora indicó que cada caso está en investigación de la Fiscalía.