Cundinamarca invierte más de $3.000 millones en la conservación del páramo de Guerrero

Por: Elizabeth Montoya

18 septiembre, 2024

La Gobernación de Cundinamarca ha firmado un convenio de asociación con la Corporación Agua Somos, destinando más de $3.000 millones para fortalecer el esquema de Pago por Servicios Ambientales (PSA) en el páramo de Guerrero. Esta iniciativa busca preservar un ecosistema crucial para la regulación hídrica de la región, que abastece de agua a millones de personas, incluyendo a los habitantes de Bogotá.

El páramo de Guerrero, ubicado al norte del departamento, se extiende por municipios como Zipaquirá, Tausa, Cogua, Tabio y Pacho. Su función como “esponja natural” es vital para retener y regular el agua de las lluvias, liberándola constantemente hacia ríos y embalses. Además de su papel en el suministro de agua potable, este ecosistema actúa como regulador climático y alberga una biodiversidad única, con especies endémicas de alta montaña.

El acuerdo, que involucra a la Gobernación, municipios y la Corporación Agua Somos, se enfoca en la conservación de 784 hectáreas del páramo. La distribución de los fondos se ha establecido de la siguiente manera: la Gobernación aportará $1.800 millones, los municipios contribuirán con más de $239 millones, y Agua Somos asignará cerca de $1.114 millones.

Diego Cárdenas, secretario de Ambiente de Cundinamarca, resaltó la importancia de este convenio para las comunidades rurales. El programa permitirá a los residentes recibir ingresos adicionales por su labor en la conservación del suelo y los recursos hídricos, fomentando así el empoderamiento local y una gobernanza ambiental más sólida.

El esquema de Pagos por Servicios Ambientales es un mecanismo mediante el cual los habitantes cercanos a ecosistemas estratégicos reciben incentivos económicos por preservar y restaurar estas áreas. Este enfoque no solo busca proteger los recursos hídricos, sino también mejorar las prácticas productivas y promover la sostenibilidad entre las comunidades vecinas.

La iniciativa apunta a optimizar el uso del suelo, impulsar la producción sostenible y reducir los conflictos relacionados con el uso de la tierra. Además, se espera que aumente la conectividad entre los ecosistemas y fortalezca las funciones de los servicios ambientales. El éxito de este programa en el páramo de Guerrero podría servir como modelo para replicarse en otras zonas del país, ampliando las áreas de conservación y mejorando las condiciones ambientales a largo plazo.

La preservación de los páramos es fundamental para enfrentar los desafíos del cambio climático. Estos ecosistemas no solo regulan el ciclo del agua, sino que también capturan y almacenan carbono, contribuyendo a la reducción de gases de efecto invernadero en la atmósfera. La protección del páramo de Guerrero asegura la disponibilidad de agua para futuras generaciones y fortalece la resiliencia ambiental de la región, por lo que esta inversión en la conservación del páramo de Guerrero representa un paso crucial hacia la sostenibilidad ambiental en Cundinamarca.