La contaminación del aire de Cúcuta no cede, incluso durante el Día sin Carro y sin Moto que decretó la alcaldía para tratar de limpiar su atmósfera. A pesar de los esfuerzos por reducir las emisiones, la amenaza de entrar en alerta roja y el peligro que representan las partículas contaminantes para los residentes persiste.

Según el último informe de la Corporación Autónoma Regional de la Frontera Nororiental (Corponor), los niveles de material particulado PM2.5 superaron el límite permitido en todas las estaciones de monitoreo de la calidad del aire, incluso durante el Día sin Carro y sin Moto.

Ante esta situación preocupante, la máxima autoridad ambiental convocó una reunión con representantes municipales y el Ministerio de Ambiente para abordar la crisis. Sin embargo, hasta el momento, la administración municipal no ha emitido comentarios al respecto.

Cúcuta continúa en alerta 🟠naranja, con valores muy cercanos a la alerta roja 🔴. Cumplidas las 12 horas del #DíaSinCarro, hemos convocado a la Mesa Temática de Calidad del Aire, con participación del @MinAmbienteCo. Hoy, sostuvimos reunión con @CancilleriaCol. HILO👇 pic.twitter.com/FpEAPGwVDr

— CORPONOR (@CORPONOR) March 15, 2024

De continuar la crisis ambiental, el alcalde Jorge Acevedo advirtió que se podrían tomar medidas adicionales, como una ampliación del sistema “pico y placa” o incluso la paralización parcial del sector industrial.

La posibilidad de entrar en alerta roja es inminente. A principios de febrero, la ciudad ya había alcanzado los niveles más altos de contaminación desde que se anunció la alerta naranja. Aunque algunos puntos de medición rozaron el nivel de alerta roja durante el Día sin Carro y sin Moto, se requieren 36 horas continuas en esta situación para declarar la emergencia.

La gobernación de Norte de Santander llamó a los alcaldes de Villa del Rosario, Los Patios y El Zulia a unirse a las acciones para abordar la contaminación atmosférica en el área metropolitana.

La jornada del Día sin Carro y sin Moto en Cúcuta estuvo marcada por calles desoladas y restricciones de movilidad. Aunque se implementaron medidas para reducir las emisiones, como el cierre de escuelas y actividades virtuales, algunos residentes ignoraron las normas y continuaron utilizando sus vehículos.

La baja presencia de vehículos en las calles no fue determinante en el incumplimiento de las normas de tránsito en algunos barrios de la ciudad. A pesar de los esfuerzos de las autoridades para vigilar el cumplimiento de la medida, se reportaron casos de desacato a las restricciones.