En una situación alarmante para el departamento del Cesar, cuatro incendios forestales continúan arrasando con miles de hectáreas en zonas rurales, desafiando los esfuerzos de las autoridades locales para contener las llamas.

La más reciente emergencia se registró en el cerro La Piedra del municipio de Pueblo Bello, donde una lluvia repentina logró sofocar el fuego. Sin embargo, la situación más crítica persiste en El Copey, donde tres focos activos en los cerros El Pekín y El Peaje han consumido más de 800 hectáreas en las últimas dos semanas, a pesar de los esfuerzos de los bomberos y brigadistas.

El voraz incendio forestal en El Copey ha requerido la intervención de 15 bomberos de Bogotá que se unieron a los esfuerzos del Cuerpo de Bomberos Voluntarios de Valledupar y la magnitud de los incendios ha llevado a capacitar a miembros del Ejército Nacional para colaborar en el control terrestre del fuego.

Esta emergencia ha generado consecuencias graves en la región, impactando la siembra de cultivos, pasto para la producción ganadera, la calidad del aire, el recurso hídrico, y la fauna y flora local.

En el municipio de Valledupar, el quinto foco sigue activo en el corregimiento de Mariangola, sumando complejidad a la situación.

Petrona Romero, jefa de la Oficina Departamental para la Gestión del Riesgo del Cesar, explicó que las posibles causas de estos incendios podrían estar relacionadas con prácticas agrícolas de los campesinos que, en estas épocas, suelen llevar a cabo quemas controladas como preparación de la tierra para los cultivos, pero las altas temperaturas propias de la temporada y los vientos pueden expandir el fuego.

Romero condenó estas prácticas irresponsables, señalando que “no miden las consecuencias que esto puede generar al resto de la comunidad”. La situación se agrava con otros incendios reportados en lugares como Becerril, la Guitarra, Aguas Blancas, y la vereda La Acción, donde tres personas resultaron afectadas por la radiación del fuego y tres viviendas fueron destruidas.

En total, los bomberos del Cesar han recibido 99 reportes de incendios forestales en lo que va del año, afectando más de 4.830 hectáreas de bosque tropical.

A esta crisis se suma el drama de las familias afectadas por un vendaval en el municipio de Manaure, donde 11 viviendas quedaron completamente destruidas. La Alcaldía está llevando a cabo un censo y proporcionando ayuda a los damnificados, quienes se encuentran en una situación precaria tras el impacto del fenómeno natural.

La combinación de incendios y desastres naturales representa un desafío considerable para las autoridades locales, que luchan por hacer frente a estas emergencias simultáneas que han demandado un considerable esfuerzo económico y humano, por lo que alertan a la comunidad sobre la gravedad de la situación y la importancia de prevenir este tipo de incidentes que ponen en peligro no solo la biodiversidad, sino también la seguridad y el bienestar de los habitantes de la región.