La producción de gas y petróleo en Colombia enfrenta una grave crisis debido a bloqueos en Arauca y Norte de Santander, que han interrumpido las operaciones en más de cien plantas. La situación más crítica se registra en la planta de gas de Gibraltar, en Toledo, Norte de Santander, donde manifestantes detuvieron el despacho de 38 millones de pies cúbicos diarios de gas, esenciales para el suministro energético de diversas regiones del país.

Frank Pearl, presidente de la Asociación Colombiana de Petróleo y Gas, advirtió que estos bloqueos amenazan la estabilidad energética de millones de ciudadanos. “Es preocupante que los bloqueos se hayan convertido en un paisaje habitual en Colombia, poniendo en riesgo el acceso al gas”, afirmó en diálogo con Mañanas Blu. Pearl destacó que, en un mercado tan estrecho, la continuidad de estas protestas podría dejar sin gas a varias regiones.

Durante el último año, se registraron alrededor de 1.500 bloqueos en el país, reflejando un patrón recurrente de interrupciones que afectan la economía y derechos fundamentales como el acceso al trabajo.

Los bloqueos en Arauca se concentran en puntos clave como Saravena, Puerto Nariño, Campo Arauca, Planta Banadíes, Caño Limón y Caricare. En Gibraltar, la planta fue tomada por manifestantes, dejando solo a dos personas encargadas de la maquinaria tras la evacuación del personal. Según el general Javier Africano, comandante de la Brigada 18, “la población ya ingresó a la planta, deteniendo su funcionamiento desde el domingo por la noche”.

En Puerto Nariño, manifestantes permitieron la salida de 17 trabajadores, dejando las instalaciones bajo su control. Las comunidades exigen el cumplimiento de acuerdos previos con el Gobierno y las empresas extractivas, relacionados con salud, educación, infraestructura vial y desarrollo agroindustrial, entre otros temas.

A través de un comunicado, los manifestantes señalaron que los incumplimientos de acuerdos previos han llevado a una situación insostenible. Además, exigieron el desmonte de grupos paramilitares, el relevo de comandantes militares y policiales en Arauca y la garantía de derechos fundamentales en la región.

El Congreso de los Pueblos respaldó las protestas, indicando que buscan frenar las agresiones contra la comunidad y el tejido social. También resaltaron la necesidad de proteger la economía local y los proyectos que impulsan el desarrollo de la zona.

Con información de bluradio, noticias caracol y el nuevo siglo