La tensión y los efectos de las protestas en Venezuela, sumados a la decepción y la impotencia de millones de ciudadanos por los resultados electorales que favorecen al presidente Nicolás Maduro, han paralizado el movimiento económico en la ciudad de Cúcuta.

Luisiana García, una empresaria venezolana en Cúcuta, expresó su preocupación por la situación actual. “Y más que viene la quincena. Es fin de mes, cierre de mes, pago de empleados, de nómina, alquileres y recibos. Es preocupante”, señaló. Según García, la incertidumbre y el temor han afectado la disposición de las personas a salir de sus casas y realizar compras.

La percepción de Luisiana García es compartida por muchos comerciantes en Alejandría, la principal zona comercial de Cúcuta. José Teófilo Espinel, comerciante cucuteño, explicó: “Aquí el que hace el comercio es el venezolano porque está de lado a lado llevando y trayendo. Vienen de los pueblos, vienen de Táchira o de Mérida. Estos días ha estado durísimo y no se ha hecho venta. Parece un cementerio”. Por su parte, Yoel Morales, otro comerciante, manifestó: “Hoy, por ejemplo, ha estado muy suave. No hemos hecho ni la primera venta”.

Para Luisiana García, la preocupación es doble. Ella se identifica con el sentimiento de millones de venezolanos que están atrapados en una situación difícil. Aunque está a pocos kilómetros de su familia en Venezuela, no ha podido regresar a su país. “El sentimiento viene desde adentro, no solamente porque allá nos esperan los familiares. Yo creería que mi papá, mi mamá, mis hermanos y yo en algún momento nos podemos reunir si toda esa situación llegase a cambiar y la situación económica para nosotros pudiera mejorar”, sostuvo.

Cúcuta se ha caracterizado por ser un epicentro de intercambio comercial y cultural entre Colombia y Venezuela. Sin embargo, la actual situación política y social en Venezuela ha impuesto restricciones y miedos que afectan gravemente esta dinámica. Los ciudadanos y comerciantes en Cúcuta esperan que las condiciones mejoren para poder volver a tener un intercambio sin restricciones y reactivar la economía local.

La situación en Venezuela sigue siendo una preocupación constante para los comerciantes y residentes de Cúcuta, quienes dependen en gran medida del movimiento transfronterizo para su sustento y desarrollo económico. Con la esperanza de un cambio favorable, la comunidad cucuteña se mantiene atenta a los desarrollos en el vecino país, esperando que pronto se pueda retomar la normalidad en sus actividades comerciales y sociales.