Una grave situación se vive en los municipios de Medio y Alto Baudó, en el departamento de Chocó, donde la creciente del río Baudó y varios de sus afluentes tiene con agua al cuello a miles de familias que esperan ayudas humanitarias mientras el nivel del agua comienza a bajar.

En el Alto Baudó, la situación es crítica, ya que el desbordamiento del río Baudó y 10 de sus afluentes afectó a miles de familias de las 155 comunidades en 43 corregimientos. Según el reporte preliminar del alcalde Ariel Salazar Sarco, alrededor de 7.500 familias resultaron damnificadas, además de 23.000 hectáreas de cultivos de pancoger.

“Recordemos que este es un municipio donde el 55% o 60% son mayoritariamente indígenas”, indicó Salazar Sarco, resaltando la vulnerabilidad de la población afectada.

Además de las familias y cultivos perdidos, el reporte preliminar habla de 20 viviendas destruidas, 250.000 aves de corral perdidas y 500 cerdos desaparecidos. “Es que la población afectada es total. Las comunidades están sobre la orilla de los ríos, desde el río Baudó y los ríos como Ampartadó, Amporá, Nauca, Cugucho. Como se desbordaron todos los ríos principales del municipio, obviamente afectaron todas las comunidades”, precisó el alcalde.

Estos grupos familiares se suman a los 1.500 que el pasado mes de febrero resultaron afectados por otra creciente y por los que el municipio declaró calamidad pública para su atención.

Por otro lado, en el municipio de Medio Baudó, el coordinador de Gestión del Riesgo de Desastre, Manuel Santos Valencia, informó que la cifra de damnificados llegó a las 3.800 familias, donde la mayoría se encuentran ubicadas en la zona rural. En esta localidad también fue declarada la calamidad pública para designar recursos y atender a la población afectada.