Las inundaciones causadas por la crecida del río Baudó en el departamento de Chocó han generado una crisis humanitaria, dejando hasta el momento 3,500 familias damnificadas y dos víctimas fatales. Stiwar Rentería Chalá y Edwar Roa, dos niños indígenas de la comunidad de Antadó, en el Medio Baudó, perdieron la vida tras ser arrastrados por la corriente mientras jugaban cerca del río.

Manuel Santos Valencia, coordinador de Gestión del Riesgo de Desastre del municipio, señaló que las cinco corrientes que alimentan el río se han desbordado, sumergiendo los hogares y provocando la pérdida total de bienes materiales para las familias afectadas. Destacó que el 90% de las víctimas residen en comunidades rurales, mientras que solo el 10% se concentra en la cabecera municipal de Lloró.

En el municipio vecino de Alto Baudó, la situación es igualmente preocupante. El alcalde Ariel Salazar informó que desde el martes se emitió una alerta por la crecida del río, y para el miércoles el agua ya había inundado todo el municipio. Salazar describió la devastación causada por la crecida, mencionando que cinco viviendas de una comunidad indígena han sido destruidas, y otras corren el riesgo de sufrir el mismo destino en el corregimiento Batatal, habitado por población afrodescendiente.

En medio del desastre, el comité de Gestión del Riesgo de Alto Baudó está llevando a cabo un censo para determinar el número exacto de familias afectadas. Mientras tanto, esperan la llegada de asistencia humanitaria por parte de las autoridades departamentales y nacionales para brindar apoyo a los damnificados. La situación es crítica, con la mitad del pueblo dividida entre la amenaza de ser inundada y la otra mitad luchando por mantenerse a salvo en tierra firme.