Los representantes republicanos Mario Díaz-Balart y Carlos Giménez negaron categóricamente su participación en el presunto plan organizado por el excanciller colombiano Álvaro Leyva para derrocar al presidente Gustavo Petro, calificando las acusaciones como “inventos” y “falsedades”.

Ambos congresistas, que representan distritos del sur de Florida, utilizaron sus cuentas de X para rechazar los señalamientos tras las revelaciones del diario español El País sobre grabaciones donde Leyva habría buscado apoyo del Partido Republicano estadounidense para la salida anticipada del mandatario colombiano.

Mario Díaz-Balart expresó: “Me causan risa la cantidad de falsedades e inventos sobre mis frecuentes reuniones con miembros de la sociedad civil de Colombia”. El legislador enfatizó que “siempre” se ha reunido con “personas y grupos de distintos partidos y con diferentes opiniones, incluyendo múltiples encuentros con funcionarios del actual gobierno de Colombia, como el presidente Petro”.

Carlos Giménez, además de negar su participación en cualquier plan conspirativo, aprovechó para lanzar duras críticas contra el gobierno colombiano. El congresista nacido en Cuba describió a Petro como un “drogadicto corrupto, patético, incompetente y peón del dictador Nicolás Maduro”, agregando que el presidente había “convertido a Colombia en el hazme reír del mundo”.

“Con mucho respeto, no necesito que nadie me convenza que Gustavo Petro es un drogadicto corrupto”, escribió Giménez, reiterando su posición crítica hacia la actual administración colombiana.

Según el artículo publicado por El País, Álvaro Leyva, político conservador de 82 años y primer canciller de Petro, habría buscado apoyo en círculos republicanos estadounidenses para ejercer “presión internacional” contra el mandatario colombiano y facilitar que la vicepresidenta Francia Márquez asumiera la presidencia.

El medio español reportó que Leyva se reunió hace dos meses con Díaz-Balart en un intento por acercarse al secretario de Estado Marco Rubio. En las grabaciones reveladas, el excanciller habría destacado la influencia que tiene Díaz-Balart sobre Rubio y mencionado reuniones con figuras cercanas a Donald Trump.

El presidente Petro, desde Sevilla donde cumple compromisos internacionales, caracterizó los hechos denunciados como “una conspiración con el narcotráfico y con la extrema derecha aparentemente colombiana y norteamericana para derrocar al presidente del cambio en Colombia”.

La vicepresidenta Francia Márquez, mencionada en los audios como posible sucesora, negó cualquier conocimiento o participación en el supuesto plan conspirativo.

Con información de caracol radio y bluradio