Cinco niños indígenas murieron por intoxicación alimentaria en Cesar

Por: Maria José Salcedo

26 marzo, 2024

Cinco niños indígenas murieron por intoxicación alimentaria en Cesar

El lunes 25 de marzo de 2024, cinco menores de edad pertenecientes a la etnia yukpa perdieron la vida en la vereda El Limón del municipio de Agustín Codazzi, Cesar. Según las autoridades locales, el trágico suceso se habría originado por una intoxicación alimentaria causada por el consumo de un fruto silvestre prohibido debido a su alta toxicidad. Esta noticia ha conmocionado a la población de más de 50,000 habitantes, situada a 58 kilómetros de Valledupar.

Los menores residían en el resguardo Iroka, ubicado en la serranía del Perijá, y fueron atendidos por la EPS Dusawaki y un equipo epidemiológico de la Secretaría Departamental de Salud. A pesar de los esfuerzos médicos, dos de los menores fallecieron minutos después de ser remitidos a un centro hospitalario de Agustín Codazzi. Los cuerpos de una niña de tres años y un niño de 13 fueron trasladados al Instituto Nacional de Medicina Legal en Valledupar para la realización de necropsias que esclarezcan las causas exactas de su muerte.

El fruto implicado en esta tragedia, el corozo, ha sido señalado como el posible causante de los decesos. Este incidente ha puesto de manifiesto la difícil situación de salud de los pueblos indígenas en la región y ha movilizado a las autoridades para esclarecer los hechos.

El resguardo de Sokorpa, hogar de cerca de 100 indígenas yukpas, ha decidido realizar un sepelio tradicional para los menores fallecidos, preservando así sus tradiciones ancestrales. Las autoridades locales han autorizado la realización de las necropsias y se comprometen a mantener las costumbres de la comunidad durante las honras fúnebres.

La comunidad yukpa, que se sustenta principalmente de la pesca, cacería y recolección de frutos, enfrenta desafíos diarios debido al difícil acceso a las vías y otras infraestructuras básicas. Esta tragedia ha generado alertas sobre las condiciones de vida de los pueblos indígenas en Colombia y la urgencia de implementar medidas que garanticen su protección y bienestar.

Mientras tanto, las autoridades continúan con la investigación para determinar las causas exactas del fallecimiento de los menores y evitar que tragedias similares ocurran en el futuro. La comunidad espera que los resultados del equipo epidemiológico proporcionen respuestas y orienten acciones para salvaguardar la salud de sus miembros.