El Congreso aprobó en primer debate el proyecto de ley “Cielos en Calma”, una iniciativa que busca regular el uso de la pólvora en Colombia e impulsar tecnologías pirotécnicas insonoras, especialmente durante la temporada decembrina. La propuesta, discutida este miércoles 10 de diciembre, es liderada por los senadores Andrés Guerra y Andrea Padilla, quienes insisten en que la norma es necesaria para disminuir riesgos y proteger la vida en todas sus formas.

Padilla explicó que el proyecto plantea una transformación gradual en el manejo de la pirotecnia. La ley prohibiría la destinación de recursos públicos para comprar pólvora, eliminaría las tradicionales alboradas mediante perímetros controlados y establecería límites estrictos al ruido, reduciendo al mínimo los decibeles permitidos en espectáculos pirotécnicos. “Se trata de proteger la vida de las personas, de la naturaleza y de los animales domésticos y silvestres”, afirmó la senadora.

La iniciativa también propone fijar fechas, horarios y duración específica para eventos con fuegos artificiales, atendiendo al impacto que generan en la fauna y en el ambiente. Padilla recordó que el proyecto había avanzado hasta tercer debate en una legislatura anterior, pero fue archivado por la presión de sectores ligados a la industria polvorera. “No estamos defendiendo el negocio de unos pocos. Este proyecto no prohíbe la pirotecnia; busca reglamentaciones básicas para reducir riesgos y permitir que el sector evolucione”, aseguró.

Aunque la propuesta contó con respaldo mayoritario, también surgieron peticiones para abrir espacios de concertación antes de su discusión en plenaria. El senador Didier Lobo anunció su voto positivo, pero pidió una “mesa de trabajo” con los actores involucrados para evaluar un eventual periodo de transición que permita adaptar gradualmente las nuevas restricciones.

El debate legislativo ocurre en un momento crítico para la fauna en Antioquia, donde el uso de pólvora durante las celebraciones decembrinas ya deja consecuencias visibles. En el Valle de Aburrá, tres animales murieron en menos de 48 horas debido a episodios de estrés, desorientación y colapso asociados a detonaciones recientes. El Parque de la Conservación —hogar de cerca de 500 animales— reportó el caso más reciente, alertando sobre la fragilidad de especies sensibles al estruendo.

Cada diciembre, las autoridades ambientales advierten sobre los efectos de la pirotecnia en aves y mamíferos: pichones que caen de sus nidos, zarigüeyas atropelladas mientras huyen desorientadas y animales domésticos afectados por el sobresalto. Pese a las alertas constantes, el fenómeno persiste.