CIDH señala debilidades de Colombia en materia de desigualdad, discriminación y paz
Por: Maria José Salcedo
20 junio, 2024
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) ha publicado sus observaciones preliminares tras una visita realizada entre el 15 y el 19 de abril a Colombia, enfocada en la situación de derechos humanos en el país. La comisión identificó una extrema desigualdad y discriminación estructural, ambas relacionadas con el prolongado conflicto armado, pero también destacó avances en la implementación del Acuerdo de Paz.
El documento de 35 páginas de la CIDH subraya que Colombia ha desarrollado una cultura de violencia debido a un conflicto armado que ha perdurado por 65 años, afectando a múltiples generaciones. Esta normalización de la violencia ha llevado a que sea utilizada como un medio común para resolver conflictos. Además, las violaciones de derechos humanos observadas comparten un denominador común: la violencia vinculada al conflicto armado y la persistente cultura patriarcal, racista y clasista.
Observaciones de la CIDH en Terreno
Durante su visita, la CIDH estuvo presente en Bogotá y en varios departamentos, incluyendo Antioquia, Cauca, Chocó, La Guajira, Magdalena, Nariño, Putumayo y Valle del Cauca. En estos lugares, la comisión sostuvo 50 diálogos con autoridades estatales y 45 espacios de escucha con diversos grupos, incluyendo pueblos indígenas, comunidades afrodescendientes, campesinas, defensores de derechos humanos, organizaciones de mujeres y personas LGBTI, entre otros. También visitaron cárceles en Riohacha, La Modelo y El Buen Pastor en Bogotá, y el Espacio Territorial de Capacitación y Reincorporación (ETCR) en Fonseca, La Guajira.
El informe de la CIDH destaca el papel fundamental del Estado en la consolidación de la cultura de violencia en Colombia. Históricamente, la respuesta del Estado al conflicto armado ha sido punitiva y bélica, priorizando la confrontación armada. Este enfoque ha profundizado el conflicto, debilitado la confianza en las instituciones y fomentado una polarización política. La violencia institucional del Estado también se refleja en la negación de la diversidad étnica, racial, de género y de identidades sexuales en el país, así como en los limitados esfuerzos redistributivos.
Recomendaciones
La CIDH sugiere que la normalización de la violencia y la desconfianza hacia el Estado pueden superarse mediante espacios de diálogo constructivo y un enfoque de seguridad humana. Este enfoque debe centrarse en la prevención y represión del crimen, respetando y garantizando los derechos económicos, sociales, culturales y ambientales, y atendiendo a las necesidades de los grupos históricamente discriminados.
Además, la CIDH recomienda que el Estado se haga presente de manera coordinada con las autoridades locales y asegure la viabilidad de proyectos productivos. Un aspecto crucial del Acuerdo de Paz es la sustitución de cultivos ilícitos, que debe ser abordada con un enfoque regional y de derechos humanos, como parte de la nueva política nacional de drogas de Colombia.