El alcalde de Bogotá, Carlos Fernando Galán, hizo un llamado a la unidad y a la reflexión nacional tras el asesinato del senador y precandidato presidencial Miguel Uribe Turbay. Según el mandatario, este crimen revive un ciclo de dolor que Colombia no ha logrado superar y que, en lugar de alimentar el odio, debe motivar acciones para sanar como sociedad.

“Los que asesinaron a Miguel querían profundizar el odio y la rabia en esta sociedad; generar más violencia y alejarnos en lugar de unirnos”, afirmó Galán, advirtiendo que los responsables buscan perpetuar un “imperio criminal” sustentado en el dolor y el daño colectivo.

El alcalde evocó la imagen de Alejandro, hijo de cuatro años de Uribe y su esposa, María Claudia Tarazona, y la comparó con la del propio congresista cuando, a esa misma edad, asistió al entierro de su madre, la periodista Diana Turbay, asesinada el 25 de enero de 1991 en Medellín durante una operación para rescatarla del Cartel de Medellín. Para Galán, este paralelismo refleja el espiral de violencia que se ha repetido por décadas en Colombia.

En su mensaje, instó a la ciudadanía a detenerse y reflexionar para romper con la historia de violencia que ha marcado al país. “Ojalá todos hagan reflexión sobre lo que están viviendo y sintiendo, y procesemos esto como sociedad, para ver la luz por fin”, expresó.

Galán también destacó el llamado de María Claudia Tarazona, quien pidió amor, unión, verdad y justicia como pilares para sanar las heridas y evitar que las nuevas generaciones crezcan atrapadas en los mismos ciclos de violencia.

El mandatario subrayó que la violencia sigue golpeando a Colombia a diario. “Este país todavía tiene víctimas todos los días, en todos los lugares, todos los rincones de Colombia, de todos los sectores, y tenemos que parar este derrame de sangre, que lleva tantos años”, afirmó.

Miguel Uribe Turbay falleció la madrugada del 11 de agosto en la clínica Fundación Santa Fe, en Bogotá, luego de permanecer hospitalizado desde el 7 de junio, cuando fue víctima de un atentado perpetrado por un joven de quince años, quien le disparó en tres ocasiones, dos de ellas en la cabeza.

El cuerpo del senador y aspirante presidencial recibió homenajes durante dos días en cámara ardiente en el Capitolio Nacional. El 13 de agosto, en una ceremonia que paralizó gran parte de Bogotá, su féretro fue trasladado al Cementerio Central, donde fue despedido por familiares, amigos, autoridades y ciudadanos.

Tanto Miguel Uribe como Carlos Fernando Galán han sido víctimas directas de crímenes vinculados al narcotráfico, un fenómeno que continúa marcando la historia reciente del país y que, según el alcalde, solo podrá superarse con un compromiso colectivo para dejar atrás el odio y la violencia.

 

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