El inicio de 2025 estuvo marcado por un fuerte descontento en Colombia debido a los incrementos en los precios de los peajes, una medida que, aunque esperada, superó con creces las proyecciones iniciales. Según anunció la ministra de Transporte, María Constanza García, los peajes subirían un 4% en promedio, pero los incrementos reales en algunos puntos del país han dejado a los conductores sorprendidos y molestos.

Los peajes de Andes y Fusca son el ejemplo más citado en esta polémica. Aunque en 2024 tenían un costo de 11.600 pesos, este año su tarifa subió a 15.400 pesos, lo que representa un aumento del 32,7%, muy por encima del porcentaje anunciado. Este desajuste ha generado una ola de críticas en redes sociales, señalando la falta de claridad y previsión en la comunicación del Gobierno.

La ministra García aclaró que estos aumentos desproporcionados obedecen a medidas postergadas en años anteriores. Según explicó:

– En 2021, se acordaron incrementos adicionales para cubrir costos relacionados con la ampliación de la Autopista Norte y la Carrera Séptima.
– Aunque inicialmente se planeaba aplicar estos ajustes en 2023, fueron congelados por el Gobierno Nacional, lo que llevó a acumular los aumentos para este 2025.

Además, adelantó que situaciones similares podrían presentarse en 2026, ya que aún quedan incrementos pendientes en otras vías del país.

Entre los peajes con incrementos más altos se destacan:
– Cisneros (Vías del Nus): Subió un 65%, pasando de 18.000 pesos a 29.800 pesos.
– Aburrá (Autopista al Mar): Aumentó un 41%, llegando a 29.200 pesos.

Estos valores han generado indignación, especialmente entre los transportadores y habitantes de las regiones que dependen de estas vías para sus actividades diarias.

El aumento en los costos de los peajes no solo afecta a los conductores particulares, sino que tiene un impacto directo en el transporte de mercancías, generando un efecto dominó en los precios de los productos básicos. Además, muchos colombianos consideran que la cantidad de peajes en el país ya es excesiva, lo que agrava el malestar ante estas medidas.

Las redes sociales han sido el principal escenario de protesta, donde miles de usuarios expresan su rechazo y exigen mayor transparencia por parte del Ministerio de Transporte. Por su parte, gremios de transportadores y conductores han solicitado mesas de diálogo para revisar estas decisiones, argumentando que los incrementos afectan gravemente su sostenibilidad económica.