La visita apostólica del papa Francisco a Colombia, realizada del 6 al 10 de septiembre de 2017, representó un momento histórico para el país en un contexto marcado por el proceso de paz y la búsqueda de reconciliación nacional. El sumo pontífice recorrió cuatro ciudades principales y llevó un mensaje centrado en la unidad, el perdón y la esperanza.

La gira pastoral se desarrolló durante el gobierno del entonces presidente Juan Manuel Santos, quien lideraba un proceso de paz con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), tras más de cinco décadas de conflicto armado. La visita del líder de la Iglesia católica fue vista como un respaldo espiritual al camino de diálogo iniciado en el país.

Recorrido por cuatro ciudades colombianas

El papa Francisco llegó a Bogotá el 6 de septiembre, donde fue recibido por miles de personas que se congregaron en las calles para darle la bienvenida. Desde su llegada, el pontífice hizo un llamado a la unidad entre los colombianos, invitando a superar las heridas del pasado y a avanzar hacia una sociedad más pacífica.

En su discurso inaugural en la capital, el papa instó a los ciudadanos a “dar el primer paso” hacia la reconciliación, un mensaje que fue repetido en diversas intervenciones a lo largo de su estadía.

Uno de los momentos más simbólicos de la visita fue la celebración de la misa campal en Villavicencio el 8 de septiembre. En esta ciudad, el papa Francisco se reunió con víctimas del conflicto armado y participó en un acto de oración por la reconciliación nacional. Durante el encuentro, escuchó testimonios de personas afectadas por la violencia y expresó su solidaridad con quienes sufrieron las consecuencias del conflicto.

En Medellín, el 9 de septiembre, el pontífice centró su mensaje en los jóvenes y las familias. Durante una eucaristía multitudinaria, hizo énfasis en la importancia de la esperanza, el servicio y el compromiso con la justicia social. Su intervención fue acogida con entusiasmo por miles de fieles presentes en el evento.

Finalmente, el 10 de septiembre, el papa concluyó su visita en Cartagena, donde celebró una misa en la Plaza de la Paz. En su homilía, reiteró su llamado a la paz y a la justicia social, recordando el legado de san Pedro Claver, defensor de los derechos de los esclavos durante la época colonial.