Alerta en Cundinamarca por proliferación del caracol gigante africano: afecta biodiversidad y salud pública

Por: Maria Jose Salcedo

19 abril, 2025

Caracol gigante africano, especie invasora en Cundinamarca. Foto: CAR.

La Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR) emitió una alerta por el aumento en la presencia del caracol gigante africano en varias zonas del departamento. La entidad advirtió sobre los riesgos que representa este molusco tanto para la biodiversidad como para la salud pública.

Según informó el director general de la CAR, Alfred Ballesteros, la aparición de esta especie está relacionada con las condiciones climáticas cálidas y húmedas, especialmente al inicio de la temporada de lluvias.

Afectación en el 35% del departamento

De acuerdo con datos de la autoridad ambiental, el caracol gigante africano ha sido identificado en 38 de los 104 municipios del departamento, lo que representa el 35% del territorio. Las zonas con mayor afectación son las regiones del Alto Magdalena, Gualivá, Tequendama y Sumapaz.

El molusco es catalogado como una especie invasora y se caracteriza por su rápida reproducción y capacidad de adaptación a diversos entornos. La CAR advierte que el animal puede alterar gravemente los ecosistemas locales y generar afectaciones en la fauna y flora nativa.

Comportamiento y riesgos del caracol africano

El caracol gigante africano se alimenta de más de 800 especies de árboles y plantas, causando daños considerables a cultivos y vegetación silvestre. Además, consume materia orgánica en descomposición, incluyendo heces, y puede ingerir incluso compuestos inorgánicos como fragmentos de paredes y columnas.

La especie comienza su proceso reproductivo desde los cinco meses de vida. Es hermafrodita y puede llegar a producir hasta 400 huevos por ciclo reproductivo, con una frecuencia de tres veces por año. En condiciones favorables, puede vivir entre seis y nueve años.

Las zonas ubicadas entre los 0 y 1.500 metros sobre el nivel del mar presentan una humedad propicia para su proliferación, lo que incrementa el riesgo de expansión del caracol en varias regiones del país.

 

Protocolo de control y llamado a la ciudadanía

Ante esta situación, las autoridades ambientales recomiendan a la población reportar cualquier avistamiento del molusco para que las entidades competentes puedan actuar de forma inmediata y controlada.

“Invitamos a la comunidad a informar sobre la presencia de esta especie para controlar esta plaga que tenemos en el territorio”, señaló Camila Velásquez, directora regional del Alto Magdalena de la CAR.

La erradicación del caracol debe realizarse bajo estrictos protocolos técnicos establecidos por el Ministerio de Ambiente, con el fin de evitar efectos adversos en el ecosistema. La Resolución 654 de 2011 establece las directrices para el manejo, prevención y control de esta especie, autorizando su captura bajo condiciones específicas.

“Estamos tomando acciones para mitigar la reproducción de estas especies que amenazan nuestra fauna silvestre y son vectores de enfermedades humanas que podrían afectar el sistema nervioso central y el tracto digestivo”, agregó Velásquez.

La CAR continuará realizando labores de monitoreo, recolección y sensibilización en las zonas más afectadas, con el objetivo de contener la propagación del caracol africano y minimizar su impacto en el entorno natural y la salud de las comunidades.

 

 

Con información de caracol radio