Marco Simons, abogado norteamericano de Earth Rights International y consejero de las familias demandantes, reveló detalles sobre las maniobras de la multinacional Chiquita Brands para evitar enfrentar el juicio ante el juzgado en Florida que declaró culpable a la empresa de haber financiado a las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) entre 1997 y 2004, obligándola a reparar a las víctimas del grupo paramilitar en Urabá.

“Hemos esperado mucho tiempo para la resolución de varios temas procesales. Es simplemente un proceso legal lento y Chiquita Brands ha tratado repetidas veces de hacer que este caso se cierre y que no llegue al juicio”, afirmó Simons.

El jurista explicó que la demora de más de 17 años se debió no solo a la lentitud de los procesos en la corte, sino también a dos apelaciones y múltiples estrategias de la multinacional. “Chiquita Brands ha tratado repetidas veces de hacer que este caso se cierre y que no llegue al juicio”, denunció.

Simons también abordó la polémica en torno al primer abogado de la empresa, Eric Holder, quien posteriormente se convirtió en fiscal general de Estados Unidos durante el gobierno de Obama. “No tengo ninguna razón para creer que esto haya tenido un impacto en el proceso del caso. En el sistema de justicia, de hecho, no tenía ningún rol o capacidad de ralentizar el proceso”, aclaró.

A pesar de los intentos de Chiquita Brands por evitar el juicio, el fallo determinó que hay pruebas suficientes para relacionar ocho muertes con la entrega de 1.7 millones de dólares a las AUC. Simons espera que las condenas sean similares en los procesos restantes, enviando un mensaje contundente a las empresas sobre los graves riesgos de involucrarse en conflictos internos.

“Estamos esperando que sigan proveyendo compensaciones que sean suficientes para enviar un mensaje a Chiquita Brands y a otras compañías, de que esencialmente no deben avivar conflictos para hacer negocios. La cuenta social es mucho mayor y el veredicto reflejó eso”, subrayó el abogado.

Aunque se prevé que la multinacional apele la sentencia, Simons destacó la importancia del caso para demostrar que las causas de las víctimas del conflicto armado en Colombia no están perdidas, incluso frente a corporaciones poderosas. “Pueden ganarles a las corporaciones más grandes del mundo”, concluyó.