El caso del presunto envenenamiento con talio que causó la muerte de dos niñas del colegio Los Nogales, en el norte de Bogotá, y dejó a una tercera menor con graves secuelas de salud, tuvo en los últimos días un nuevo capítulo tras el pronunciamiento público de Zulma Guzmán Castro, empresaria colombiana identificada por las autoridades como presunta responsable de los hechos.

Los hechos se remontan al mes de abril, cuando las tres menores consumieron frambuesas cubiertas de chocolate que, según la investigación, estaban contaminadas con talio, un metal pesado altamente tóxico. Tras la emergencia médica, dos de las niñas fallecieron y una logró sobrevivir, aunque con afectaciones permanentes. El caso generó una profunda conmoción nacional y abrió una investigación judicial de alto impacto.

Luego de conocerse la muerte de las menores, Guzmán Castro salió del país y se desplazó por distintos destinos internacionales. Desde el exterior, decidió romper el silencio y conceder una entrevista al medio Focus Noticias, en la que negó de manera categórica cualquier responsabilidad en el envenenamiento.

“Lo primero que tengo que decir es que siento muchísimo el dolor que pueden estar sintiendo las familias por la pérdida de sus niñas”, afirmó. Señaló que, como madre, comprende el sufrimiento de los familiares y entiende su necesidad de encontrar respuestas, pero insistió en que no es la autora del crimen.

En su declaración, la empresaria sostuvo que cuenta con pruebas para demostrar su inocencia y que actualmente trabaja con su equipo jurídico para presentarlas ante la justicia. “Entiendo que quieran encontrar al culpable y usar todos los medios posibles para ello, sin embargo, ese culpable no soy yo y eso es lo que estoy buscando probar ahora ante la justicia”, señaló.

Guzmán Castro también cuestionó la forma en que, según ella, se ha construido su imagen pública desde que fue vinculada al caso. Afirmó que ha sido objeto de señalamientos sin que exista, hasta el momento, una decisión judicial en firme. “Básicamente quieren destruirme completamente antes de cualquier proceso judicial, destruir la imagen y dar una versión que acaba conmigo sin ningún proceso ni garantías de un juicio justo”, manifestó.

Uno de los puntos más sensibles de su testimonio tiene que ver con su relación con el padre de las menores fallecidas. La empresaria reconoció que lo conocía y que mantuvo con él una relación sentimental discreta, aunque negó haber tenido contacto con la esposa del hombre, quien ya había fallecido cuando retomaron comunicación.

Según su versión, fue en noviembre cuando se reencontraron, luego de que él quedara viudo. En ese encuentro, aseguró, el hombre le comentó que su esposa había muerto a causa de un cáncer y que, tiempo atrás, había sufrido una intoxicación por una sustancia que le había causado graves daños, aunque no pudo precisar si se trataba de talio.

Mientras tanto, la investigación judicial continúa en curso. Las autoridades buscan esclarecer cómo se produjo la contaminación de los alimentos, quién tuvo acceso al talio y cuáles fueron las responsabilidades en un caso que ha puesto en evidencia la gravedad de los riesgos asociados al uso de sustancias altamente tóxicas.