Un conflicto entre miembros de diferentes organizaciones criminales, recluidos en la cárcel Modelo de Bogotá, sería el origen de la cadena de hechos que llevó al asesinato del coronel (r) Élmer Fernández, director de la penal, ocurrido el 16 de mayo.

La principal hipótesis de los investigadores es que la orden de asesinar a Fernández pudo provenir de redes criminales dedicadas a la extorsión carcelaria. En el centro de estas especulaciones están los conflictos internos en el patio 4 de La Modelo, donde un grupo de hombres, identificados como integrantes de la banda criminal Tren de Aragua, despliega actividades delictivas.

“Este grupo estaría buscando el control del patio, es decir, sacar del camino a Pedro Nel Caro Triana, alias ‘Pedro Pluma’, quien controla el lugar como cacique. Aunque está condenado por homicidio y hurto, nada lo relaciona con extorsiones”, señaló una fuente al medio nacional.

Las fuentes también sugieren que los panfletos amenazadores del 9 de mayo, que llevaban el nombre de Pedro Pluma, podrían no haber sido redactados por él, indicando una posible suplantación. Esta situación ha incrementado las tensiones dentro de la cárcel, preocupando a las autoridades ante posibles enfrentamientos violentos.

El coronel (r) Edgar Andrés Correa, comandante encargado de la Policía de Cúcuta, enfatizó la importancia de controlar estas tensiones y garantizar la seguridad tanto de los internos como del personal penitenciario.

Los investigadores han revelado que Fernández fue asesinado con una pistola de 9 milímetros, según un informe preliminar. Este detalle respalda la teoría de una ejecución planeada por redes criminales cuyo objetivo sería eliminar obstáculos para tomar el control pleno del territorio de la prisión y garantizar el dominio en las actividades de extorsión.