Andrés Felipe Marín Silva, alias ‘Pipe Tuluá’, presunto líder de la organización criminal La Inmaculada, fue trasladado en la madrugada de este miércoles 4 de junio desde la cárcel La Picota de Bogotá, según confirmó el Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (Inpec).

El operativo se ejecutó bajo estrictas medidas de seguridad debido al perfil criminal de Marín Silva. Fuentes del Inpec confirmaron que hacia las 6:00 de la mañana, un dispositivo de la Policía Nacional ingresó al centro penitenciario ubicado en la localidad de Usme, al sur de Bogotá.

Los uniformados se dirigieron al pabellón 31 del penal, donde custodiaron al recluso hasta el punto donde lo esperaba un helicóptero dispuesto para su traslado. El objetivo era garantizar la seguridad durante todo el procedimiento.

Actualmente, ‘Pipe Tuluá’ permanece en la estación de Policía de Los Mártires, en el centro de la capital, mientras se concreta su extradición a Estados Unidos. El país norteamericano lo requiere por delitos presuntamente relacionados con el narcotráfico.

Marín Silva es señalado como cabecilla de la estructura criminal La Inmaculada, organización con injerencia en el Valle del Cauca, particularmente en el municipio de Tuluá. Su presencia en el sistema penitenciario había generado tensiones con el personal de custodia.

Junto con el movimiento de ‘Pipe Tuluá’, otros miembros de la banda criminal La Inmaculada fueron trasladados a diferentes centros de reclusión del país. Los asociados del presunto cabecilla, que estaban detenidos en el pabellón 31 de La Picota, fueron reubicados al pabellón de alta seguridad del mismo centro penitenciario.

Hace diez días fue encontrada una pistola que iba a ingresar por encomiendas al pabellón 31, supuestamente con destino a la banda La Inmaculada, aunque esta información no ha sido corroborada completamente debido a que en el mismo pabellón se encuentran delincuentes de otras organizaciones criminales como el Tren de Aragua.

‘Pipe Tuluá’ había establecido una organización interna denominada “Muerte a Guardias Opresores” (Mago), que presuntamente ejercía presión sobre el personal de custodia del centro penitenciario. Su influencia se extendía más allá de las instalaciones carcelarias, manteniendo control sobre actividades criminales en territorio vallecaucano.

El presunto cabecilla se encontraba en negociaciones con el Gobierno para una eventual pacificación en las prisiones y para cesar su actividad criminal, dentro del marco de la política de paz total. Sin embargo, estas conversaciones no prosperaron y no se registraron avances significativos.

Según información extraoficial, Marín Silva se encuentra bajo fuerte custodia en su ubicación actual. El traslado ha generado tensiones en el sistema penitenciario, donde se reportan temores sobre posibles represalias contra el personal del Inpec.

Con información de wradio y semana