El accidente ocurrido el pasado fin de semana en la vía La Línea, una de las más transitadas del país, ha dejado una profunda conmoción en Colombia. El siniestro, en el que un bus cayó desde el Puente Helicoidal en el sector de Calarcá, Quindío, dejó un trágico saldo de nueve personas muertas y al menos 25 heridas. Nuevos testimonios de los sobrevivientes revelan detalles preocupantes sobre las condiciones del vehículo siniestrado.

Juan Camilo Trejos, uno de los jóvenes que logró salir con vida del accidente, declaró que el bus involucrado en el siniestro no era el vehículo inicialmente contratado para la actividad académica. Según Trejos, el vehículo original no pudo cumplir con el servicio debido a una falla mecánica en una llanta, por lo que se recurrió a una alternativa que, al parecer, presentaba problemas técnicos desde antes de iniciar el viaje.

“Sobrevivimos los que nos sujetamos de algo”, relató Trejos al medio nacional, describiendo el momento de angustia cuando el bus perdió el control y terminó cayendo al vacío desde una altura estimada entre 18 y 20 metros.

Otro de los sobrevivientes, Maicol Pacheco, también compartió su experiencia y alertó sobre irregularidades técnicas del vehículo. Según su testimonio, el viaje, que inicialmente debía comenzar a las 6:00 a.m., se retrasó dos horas por la falla del primer bus. Una vez en marcha, Pacheco notó comportamientos inusuales en el nuevo vehículo, especialmente en la caja de cambios, y advirtió a sus compañeros.

“Nosotros veníamos en el bus, cuando yo sentí que le venía fallando la caja de cambios. Al rato yo estaba hablando con el compañero y le dije que si pasaba algo, nos colocamos el casco”, relató el joven. Sus palabras reflejan la tensión vivida en los momentos previos al accidente.

El bus, identificado con las placas TBK683, habría perdido el control al quedarse sin frenos, lo que provocó que chocara contra las barandas de seguridad del puente. El impacto fue tan fuerte que varios ocupantes fueron expulsados del vehículo y cayeron a la zona boscosa ubicada bajo la estructura.

Imágenes compartidas en redes sociales muestran la magnitud del accidente: cuerpos inconscientes sobre la zona verde, el bus destrozado al borde del abismo y la operación de rescate desplegada por organismos de socorro. El Puente Helicoidal, conocido por sus curvas pronunciadas y su tráfico constante, fue escenario de esta tragedia que reabre el debate sobre la seguridad en las carreteras y el estado de los vehículos de transporte público en Colombia.

Según información preliminar de las autoridades y testimonios de testigos, el conductor habría perdido el control mientras descendía por el puente, lo que resultó en el violento accidente. Aunque aún se investigan las causas exactas del siniestro, los indicios apuntan a una falla mecánica combinada con un posible exceso de velocidad.

El Ministerio de Transporte y la Superintendencia de Transporte han anunciado que se adelantarán investigaciones para establecer las responsabilidades del caso, incluyendo el estado técnico del bus, la licencia de operación de la empresa transportadora y los protocolos seguidos para la asignación del vehículo de reemplazo.

Mientras tanto, los familiares de las víctimas exigen respuestas y medidas que eviten futuras tragedias de esta magnitud. La comunidad educativa también se encuentra de luto, ya que los ocupantes del bus eran en su mayoría estudiantes que se dirigían a una actividad académica.

Este trágico accidente ha puesto nuevamente sobre la mesa la necesidad de reforzar los controles al transporte intermunicipal, especialmente en rutas de alto riesgo como la vía La Línea. También se ha reavivado el debate sobre las condiciones en las que operan muchos vehículos que prestan servicios contratados para instituciones educativas y eventos especiales.

Las autoridades han pedido a los ciudadanos estar atentos a las recomendaciones de tránsito y reportar cualquier anomalía técnica en vehículos de servicio público. Por ahora, el país se une al duelo por las vidas perdidas y espera resultados concretos de las investigaciones en curso.