Un nuevo testimonio ha sacudido la investigación del múltiple homicidio ocurrido el pasado 29 de diciembre de 2024 en Aguachica, Cesar. Se trata de un hombre que se identificó como el conductor de Zaida Andrea Sánchez Polanco, alias La Diabla, y quien presenció de primera mano el ataque armado en el que fue asesinada la familia Lora.

La masacre, que dejó como víctimas al pastor Marlon Lora, su esposa Yurlay Rincón, su hija Ángela Natalia y su hijo Santiago, ocurrió en el establecimiento comercial Sorbetes y Jugos, donde las víctimas almorzaban. Según las autoridades, un sicario ingresó al local y disparó en repetidas ocasiones sin mediar palabra.

El testigo clave, ahora identificado como el conductor de alias La Diabla, estuvo sentado en la misma mesa que Sánchez Polanco minutos antes de que comenzara el tiroteo. Su relato ha aportado elementos importantes sobre lo que ocurrió dentro y fuera del local en el momento del ataque.

“Estaba pegado al pastor cuando dispararon”

Según narró el conductor, él había sido contratado por La Diabla durante su estadía en Aguachica, donde asistía al sepelio de Alexander González Pérez, alias El Calvo, quien era pareja sentimental de Sánchez y había sido asesinado dos días antes, el 27 de diciembre, en El Banco (Magdalena).

“Yo estaba ahí en el restaurante en ese momento, prácticamente pegado al pastor. El mancito llegó con una pistola totalmente niquelada. Fue cuando entró el tipo, pegó como el primer tiro y enseguida le disparó al pastor”, relató.

En medio del caos, Sánchez Polanco reaccionó de inmediato. “Tan pronto disparan, ella salió, se metió al hospital. Yo fui hasta el hospital a pie”, dijo el conductor. El centro médico se encuentra a pocos metros del lugar de los hechos, y las cámaras de seguridad captaron la huida de Sánchez hacia allí.

“Traiga la camioneta y vámonos, vámonos, vámonos”

El conductor indicó que, minutos después, recibió una llamada de La Diabla desde el hospital. Afirmó que ella estaba visiblemente alterada y le insistía en salir del lugar de inmediato. “Estoy nerviosa, acompáñeme, necesito irme de aquí”, le dijo. Luego, ordenó: “Traiga la camioneta y vámonos, vámonos, vámonos”.

De acuerdo con su testimonio, La Diabla permaneció unos minutos dentro del hospital y luego huyeron del lugar. El relato del conductor coincide con las declaraciones de un investigador de la Dijín, quien aseguró que los sicarios, tras cometer el crimen, intentaron seguir a Sánchez, incluso disparando en la entrada del hospital al notar su huida.

El conductor sugiere que La Diabla sabía del ataque

Una de las declaraciones más reveladoras del testigo fue su percepción de que Sánchez Polanco tenía conocimiento previo del atentado. “Eso fue que ella mató a Alex (alias El Calvo) y se vino a buscar al pastor para que le entregara lo de Alex. Entonces el pastor le dijo que no le iba a entregar nada, pues el que se lo había dado era Alex, y ahí fue cuando ella procedió”, expresó.

Estas palabras abren una nueva línea de investigación: la posibilidad de que el crimen haya sido motivado por una disputa por bienes o información que El Calvo habría entregado previamente al pastor Marlon Lora. Las autoridades consideran que alias La Diabla podría haber sido el objetivo real del ataque, pero los sicarios habrían confundido a Ángela Natalia Lora con ella.

 Vinculación con una red criminal

El testimonio del conductor también refuerza la hipótesis de que el crimen fue planificado con antelación. Una fuente de la Dirección de Investigación Criminal (Dijín) confirmó que La Diabla estaba siendo vigilada desde el 27 de diciembre y que el ataque fue ejecutado por una oficina de cobro que opera desde Cúcuta.

La Fiscalía General de la Nación ha informado que ya se logró la captura de cuatro presuntos implicados: Jairo Andrés Miranda Ramírez, alias J, presunto organizador del crimen; José Miguel Leal Rodríguez, alias Leal, señalado como autor material; y Leonardo de Jesús Barraza Castillo y Jorge Luis Valderrama Cuba, todos con antecedentes penales.

El testimonio del conductor de alias La Diabla es ahora una pieza clave en la investigación de esta masacre que estremeció a Colombia. Las autoridades continúan reuniendo pruebas para esclarecer completamente el caso y determinar las responsabilidades de todos los implicados.